Medicina 3.0
2019: Año de contracción económica y control del gasto médico
Martes, 14 de agosto de 2018, a las 01:08
* Dr. David Cabrera Vásconez, especialista en Administración de Salud y Seguros
Para hablar del 2019, echemos un vistazo rápido a lo que fue el 2016.
2016 fue un año difícil en aspectos como el económico, comercial, de estabilidad en empleos y un año de contracción importante por varios factores que alteraron el orden financiero, político y económico del país.
Para 2019 se prevé un escenario oscuro respecto a la dinamización económica y se empieza a notar las estimaciones conservadoras que realizan gerentes de grandes hospitales y clínicas del país respecto a inversiones, proyección de ventas y control del gasto interno.
En empresas de medicina prepagada la situación no termina siendo distante de esta proyección y se están requiriendo de personal que haga un control adecuado y preciso del gasto médico y con experiencia para la realización de convenios costo eficientes para los afiliados respecto de las prestaciones ambulatorias u hospitalarias que van a recibir.
Para 2019 también se espera una disminución de la carga de gasto corriente, recorte de personal en sector público principalmente lo que a su vez generará disminución de circulante, aumento de tasas en captación de recursos por la banca, menos líneas de crédito, entre otros. Todo el enfoque actualmente está puesto en que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ayude con el refinanciamiento de la deuda.
Todos los presupuestos y proyecciones han sido modificados para 2019, agregando escenarios más conservadores, en los que la inversión en salud va a ser más baja, estacionaria en algunos casos y prácticamente nula en otros.
¿Cómo afectará a los médicos y prestadores de salud?
El primer efecto será que al haber menos empleo, menos circulante, menos créditos de consumo otorgados, la gente tendrá menor participación en consumos de salud y prestaciones no necesarias. Se aplazarán cirugías que no sean emergentes, las consultas ambulatorias serán realizadas de preferencia con médicos de empresa en la mayoría de casos y centros ambulatorios con cobertura de seguros en lugar de ir a especialistas de centros hospitalarios.
El paciente volverá a revisar el aspecto de costo eficiencia sobre su procedimiento. Como ejemplo puedo señalar que, si una endoscopía alta cuesta 600 dólares en un hospital, versus 300 dólares en un centro no hospitalario (guardando todos los preceptos de seguridad y calidad), el paciente va a preferir siempre el de menor costo independientemente de su cobertura de seguro.
En el ámbito del sector de medicina prepagada, habrá nuevamente una tendencia al alza de la siniestralidad (se prevé que esta sea entre 1,8 y 3,5 por ciento) en todas las líneas de negocio sean corporativas e individuales lo que al final del año si no se toman las medidas de control necesarias, habrá un impacto directo sobre primas del afiliado, primas de renovación y utilidades después de impuestos.
Como conclusión, el 2019 será un año de contracción económica en donde la inversión en el área de salud será mínima y se espera que haya una disminución del total de prestaciones con disminución de volumen de ventas por parte de centros hospitalarios y clínicas.
Además, se deberá realizar un control del gasto médico tanto dentro y fuera del área de la prestación médica para asegurar que lo que se paga está acorde a lo que se realiza.
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