Genética y Ciencia
Martes, 26 de enero de 2021, a las 11:49
* César Paz-y-Miño. Centro de Genética y Genómica, Universidad UTE.
Recibí el libro “Anticoncepción Hormonal” de los colegas y amigos editores Rubén Bucheli Terán y Enrique Noboa Flores. Un libro muy bien presentado y de contenido profundo, variado y científicamente sustentado.
Con los autores-editores de esta obra, participamos en algunos antiguos proyectos. Con Rubén Bucheli iniciamos el Diagnóstico Prenatal en líquido amniótico, en la época en la que tras el diagnóstico de un problema genético, se podía realizar una interrupción terapéutica del embarazo con la firma de dos médicos: el ginecólogo y el genetista. Este era un comportamiento lógico que la Federación Médica lo contemplaba como una práctica de salud pública necesaria. Hoy, lastimosamente, no existe esta posibilidad, ni siquiera en casos de embarazo por violación, incesto o malformaciones. Con Enrique nos propusimos a trabajar en proyectos de investigación de problemas ginecobstétricos de origen genético, así como en farmacogenética.
Los dos colegas contemplan en su libro de 653 páginas, temas importantes en la práctica médica. Parten de la problemática que existe en torno al crecimiento poblacional mundial y la necesidad del uso libre y autónomo de la anticoncepción hormonal, así como de los pormenores de la salud sexual y reproductiva unida a la anticoncepción en el Ecuador. Tratan del embarazo en la adolescencia y sus complejas aristas de discusión.
Son muy atractivos los 44 capítulos que recogen los editores y en los que participan 87 autores, 57 ecuatorianos y 27 extranjeros, respaldados por una amplia, oportuna y moderna bibliografía. Temas como la historia de la anticoncepción en general y la de Latinoamérica en particular, y la anticoncepción en población indígena ecuatoriana, son pertinentes. Estos capítulos me hicieron recordar los estudios que junto a Eduardo Estrella Aguirre (ya fallecido; el Museo de Medicina lleva su nombre) compartimos, sobre sexualidad de los pueblos indígenas y como en estos primaba el concepto de fertilidad para las uniones matrimoniales. También recordé que en la medicatura rural, las mujeres afrodescendientes de Atacames, “escondían” o encargaban sus anticonceptivos de toma diaria en el Subcentro de Salud y asistían día a día a su dosis con la finalidad y el temor de que sus compañeros o maridos no las descubran y se produzca un grave o violento altercado. Había la creencia de que el tomar anticonceptivos volvía promiscuas a las usuarias.
El libro tiene un fuerte contenido de farmacología sobre uso de estrógenos, progestinas, la utilización oral o parenteral e implantes subdérmicos. Trata también la endocepción o implante de anticonceptivos intrauterinos. Por supuesto, consta una científica revisión de la anticoncepción hormonal de emergencia (la famosa píldora del día después). La problemática del uso de anticoncepción en mujeres en lactancia o en adolescencia. Es lamentable que aún en nuestro medio haya detractores de la píldora del día después.
Como no podía ser de otra manera, el libro contempla la problemática de los estados de hiperandrogénismo, los ovarios poliquísticos, el síndrome premenstrual, la perimenopausia, síndromes genitourinarios, osteoporosis, trastornos del endometrio, anticoncepción en cáncer e infecciones, que de una u otra manera, tienen que ver con la base genética de las pacientes. En una revisión que realizamos sobre este tema junto al grupo que dirijo en la UTE, hemos planteado, en mujeres ecuatorianas, los genes más frecuentemente involucrados en estos trastornos y los trastornos cromosómicos asociados a estas patologías.
Los capítulos finales del libro abordan los riesgos de la anticoncepción hormonal: cardiovasculares, tromboembólicos, problemas de las glándulas mamarias. Se revisa la anticoncepción hormonal en varones.
Hay dos capítulos muy pertinentes y atractivos. Uno sobre la consejería médica para la anticoncepción y otro sobre los aspectos bioéticos de la anticoncepción. Temas que tienen estrecha relación con la práctica genética y la medicina en general. Más que consejería, prefiero hablar de asesoramiento, ya que eso es lo que hacemos como médicos, presentar las mejores alternativas terapéuticas y médicas, para que las pacientes tomen sus propias decisiones de manera libre, sin presión ideológica, religiosa o de cualquier índole. La neutralidad en el asesoramiento debe ser clave para una práctica médica científica.
El médico como asesor debe cumplir los criterios básico de la bioética: no maleficencia, equidad, justicia, oportunidad y eficacia. Hay muchos aspectos que se abren a la profundización de esta segunda edición del libro. Hay algunos temas que es mandatorio considerarlos, como los derechos sexuales y reproductivos, lo transgénero y uso de hormonas, los conflictos familiares e individuales de una maternidad precoz, el abandono de la familia en casos de embarazos de adolescentes y niñas, la violencia intrafamiliar que esto determina. La implacable presión de la sociedad sobre niñas a las que se les exige ser “madres abnegadas”, cuando deberían ser solo niñas y que fueron embarazadas a la fuerza tras una violación, y la sociedad les da la espalda y les endosa el problema social, económico y sicológico que esto acarrea. La discusión de los implantes de anticonceptivos en niñas y adolescentes con hijos, es un tema crucial que se debe resolver y posicionar en la discusión. Estas jóvenes y niñas madre, tienen el derecho a usar anticonceptivos de manera libre y disponer de ellos abiertamente.
La actualidad del libro se refleja aun mejor en el último capítulo: “Anticoncepción en la pandemia por COVID-19 y posconfinamiento”. Muy oportuno ya que en este momento se han llenado algunos espacios sociales con mitos y falsas creencias sobre el virus y la pandemia. Tal vez el más peligroso, es que el virus podría entrar a las células humanas y transformar su ADN. Esto es imposible con una viru ARN carga positiva. Adicionalmente, se ha creado el mito del paso de la barrera placentaria por el virus que porta la madre, provocándole posibles malformaciones; eso está negado y es falso. O un efecto más, igualmente falso, que el virus se insertaría en las células de Sertoli de los testículos y como precursoras de los espermatozoides, determinarían daños cromosómicos y provocarían infertilidad masculina o teratosospermia con defectos congénitos concepcionales.
En fin, el libro es un excelente desafío para los médicos especialistas o generales, aborda con seriedad los temas y propuestas, es un buen referente de la calidad de producción científica de los profesionales de nuestro medio.
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