Edición Médica

Valeria Castillo, abogada del despacho jurídico DS Legal Group 

En una era en donde la tecnología se ha convertido en un elemento fundamental para la vida del hombre, dejando de lado su papel inicial de complemento, nace la Inteligencia Artificial (IA). De esta premisa parte una de las cuales ha sido denominada, la última maravilla tecnológica que está revolucionando la forma en que interactuamos con las máquinas, llamada ChatGPT (Generative Pre-trained Transformer) de la empresa OpenAI, la cual hasta la actualidad posee 150 millones de usuarios.
  
Este medio podría convertirse en un aliado para los médicos, ya que posee bases de datos actualizadas, con las últimas invenciones médicas y científicas, siendo ideal para consultar temas específicos y relevantes para el personal de salud. Esta herramienta es capaz de interpretar y traducir otros idiomas facilitando la comunicación médico-paciente, posteriormente se prevé implementar con la ayuda de inteligencia artificial sistemas de base de datos y monitoreo de pacientes en tiempo real y posterior.
 
ChatGPT es capaz de comprender el lenguaje humano, por ende, es capaz de sostener conversaciones y realizar las peticiones que encomiendan los usuarios. Una de las preocupaciones más latentes para el mundo médico es el uso de medicamentos sin prescripción médica. Si bien se advierte sobre la gravedad de hacerlo, esta tecnología podría llegar a ser usada de esta forma por pacientes. Este puede dar sugerencias de medicamentos que el usuario puede tomar dependiendo la dolencia que este describa, además de instrucciones sobre cuidado y curación de heridas, hasta detallar planes nutricionales semanales, entre otras particularidades que puede ejecutar dependiendo la exigencia del usuario.
  
Por tal motivo ha despertado incertidumbre respecto a la regulación en el uso de la misma. Dentro del territorio ecuatoriano no existe una ley que regule o delimite el uso de inteligencia artificial, mientras que el congreso americano analiza instaurar una agencia gubernamental especial para la regulación de la inteligencia artificial. Por su lado, el parlamento europeo ha creado el primer borrador de lo que sería la primera ley en el mundo sobre inteligencia artificial, su regulación en uso y datos, siendo pioneros en bosquejar parámetros para su empleo, incluyendo ChatGPT.
  
Nada se encuentra dicho dentro de la emergente tecnología que marca una nueva era que nos lleva un paso más cerca al futuro, la responsabilidad de diseñar leyes efectivas recae en la capacidad de comprender las necesidades cambiantes de la sociedad. En un mundo en constante evolución, la creación de nuevas leyes se convierte en un faro guía para los estados y su estructura en una era post tecnológica. Estas leyes deben ser la armadura que proteja a la población contra la desinformación, al mismo tiempo que salvaguarda las preciadas libertades individuales y el poder de elección.