Medicina 3.0
El gasto de bolsillo o el cáncer del sistema de salud
Miércoles, 15 de febrero de 2017, a las 12:07
* Dr. David Cabrera Vásconez, especialista en Administración de Salud y Seguros
En el país, en tiempos de crisis actualmente se viven realidades diferentes en las familias ecuatorianas aunque con una variable similar en los diferentes estratos socioeconómicos: aumento del gasto de bolsillo en salud.
El gasto de bolsillo, puede ser entendido como el dinero que un individuo o familia destinan para tener acceso y cobertura de una patología específica en salud en un determinado momento y que comprenden honorarios del médico, medicamentos, facturas de centro ambulatorio u hospitalario, deducción de reembolsos (en caso de seguros privados), etcétera.
El gasto de bolsillo en salud tiene las características de que es un indicador de muy alto impacto en la economía familiar, es determinante en la decisión de búsqueda de atención o discriminación entre los diferentes prestadores (ej: hospital más caro vs clínica de costo bajo; medicamento de marca vs medicamento genérico) y en salud pública, es la medida más inequitativa y probablemente una de las más ineficientes. Dicho esto y de acuerdo a varios estudios de Cid Pedraza y Prieto para la OPS, “el gasto de bolsillo podría tornarse en un evento catastrófico para las familias”.
Como datos generales de América Latina, México es uno de los países que más alto gasto de bolsillo tiene con un 47 por ciento del mismo. En Venezuela, para 2013 el gasto fue del 66 por ciento y en Paraguay del 57 por ciento; en Colombia, de 2005 a 2015 el gasto de bolsillo se duplicó de $3,26 billones a $6,42 billones de dólares.
En el Ecuador, según el informe “Privatización de la Salud en el Ecuador” de 2015, nuestro nivel de gasto es del 45 por ciento (a pesar de que el Gobierno cubre el 29 por ciento del gasto y el IESS el 23 por ciento del total).
Si ya conocemos el concepto de “gasto de bolsillo en salud”, los componentes, las variables modificadoras y los mecanismos de disminuirlo, por qué no se hace nada para mitigarlo?
La respuesta no es sencilla y tiene mucho que ver con nuestro modelo de sistema de salud, cuya característica es la fragmentación y segmentación. Los ecuatorianos pagamos por salud, al gobierno a través de impuestos, al IESS a través del patrono laboral y en menor porcentaje algunos ecuatorianos pagan un seguro privado. Sin embargo y a pesar de tanto pago, el gasto final por atenciones no cubiertas (en medicación, honorarios, etc) sigue siendo una materia en la que durante estos últimos años hemos reprobado como país.
Independientemente de cómo se mida al gasto de bolsillo en salud (sobre su ingreso, sobre gasto total, sobre capacidad de pago o sobre consumo final), es un indicador que mide que tan saludable es el sistema de salud de un país.
Si este indicador por el que actualmente varias familias han decidido dejar sus seguros privados en póliza individual, las empresas han decidido cancelar pólizas corporativas y que afecta directamente los tiempos de estancia, capacidad hospitalaria y ocupación ambulatoria no ha mejorado en el tiempo…No será el momento apropiado para un cambio del modelo en nuestro sistema de salud?
Pregunta que dejo abierta para “expertos” y políticos.
MÁS ARTÍCULOS