Genética y Ciencia
Miércoles, 30 de diciembre de 2020, a las 15:50
* César Paz-y-Miño. Centro de Genética y Genómica, Universidad UTE.
Es indiscutible que el año 2020 se destacó por la pandemia del virus CoVID19 (SARS-COV-2) y todo lo que implica su estudio, desciframiento, comprensión y alternativas terapéuticas, incluyendo el diseño y desarrollo de la vacuna en un tiempo record. Así mismo, es indiscutible que la ciencia que ha estado de moda es la Genética y Genómica, y gracias a ella estamos donde estamos.
La descripción de la CoVID19, el virus y sus entrañas, la genómica de este nuevo bicho de ARN, el desciframiento de su código genético, la construcción de la vacuna mediante un ARN mensajero que provoca la inmunidad de los huéspedes, y todo esto en solo diez meses, pero con casi 200 años de experiencia desde Pasteur, y con una tecnología potente, han desembocado en el logro más grande de la humanidad: el control de un virus altamente mortal.
El gran impulso a la ciencia para el diseño de vacunas, es una huella que deja la pandemia junto a la competencia de naciones y grupos de científicos, así como también devela los intereses de las grandes corporaciones farmacéuticas. Pero las personas se beneficiaron en conocimientos, hoy entendemos la PCR, los anticuerpos, pruebas rápidas, inmunidad, anticuerpos y más, gracias al impacto de las redes sociales y medios.
Aunque la pandemia copó el tiempo de miles de investigadores, hay otros avances científicos que merecen la pena destacar. Hablando de vacunas, África se declaró este año libre de poliomielitis gracias a la vacuna.
De otro lado, se perfeccionó la técnica de edición genética o llamada CRISPR, que consiste en ubicar un gen defectuoso, borrarlo y reescribir la información genética correcta; se la utilizó con éxito en los tratamientos de problemas sanguíneos con la anemia de células falciformes y la beta talasemia, así como en algunos cánceres y enfermedades raras. El impacto de esta técnica ha sido tan importante en la ciencia, que se les otorgó el premio Nobel de Química a sus creadoras, las científicas Emmanuelle Charpentier y Jennifer A. Doudna.
La aplicación de la inteligencia artificial para la comprensión de las proteínas, su estructura, función y puntos de interacción, proporcionan la posibilidad de desarrollar muchos nuevos caminos bioquímicos, fármacos, terapias, etc.
Otro virus ha llamado la atención, el VIH. Se conocía que las partículas virales de varios virus se integraban en el genoma de los individuos, específicamente en sitios precisos de cromosomas; esta estrategia, también tiene el VIH, lo que le proporciona un camuflaje extraordinario ante los fármacos retrovirales, así como la capacidad de perpetuarse en un reducido número de individuos asintomáticos durante años. Este reciente conocimiento es posible que desemboque en nuevas terapias más precisas.
Se tenía mucha evidencia de la inteligencia de los animales, pero es muy llamativo que un cerebro muy pequeño como es el de las aves, produzca comportamientos inteligentes elevados, incluso la autoconciencia. Los elegantes diseños experimentales que concluyen en estos postulados, sugieren que la conciencia humana tubo su evolución hace 320 millones de años, en el linaje de nuestros antepasados alados. Adicionalmente a este hallazgo, mediante manipulación genética a través de la inyección del gen humano ARHGAP11B en fetos de monos titis, se logró un crecimiento extra del cerebro de estos primates, develándose la importancia de genes más eficientes en la evolución de las especies.
Logro para el planeta que podrá incidir, ojalá así sea, sobre el calentamiento global, ha sido el desarrollo de mejores herramientas de medición de la temperatura de la Tierra y la verificación de las variaciones de la temperatura global entre 2,6 a 3,9 grados Celsius.
La exploración de Marte por tres misiones de tres diversos países (Estados Unidos, Emiratos Árabes y China) marcó los viajes espaciales. De igual manera, es inquietante el hallazgo de fosfano en Venus, lo que abre la posibilidad de vida en ese planeta. El espacio nos brindó muchas cosas nuevas: auroras boreales exóticas, lluvias de estrellas fugaces, agujeros negros gigantes, vestigios de agua en la luna, alineación de planetas, eclipse.
Quedan algunos logros importantes de la ciencia como el descubrimiento de chimpancés con lepra, sangre fetal circulando en la madre para diagnóstico, la función de las mitocondrias en la enfermedad de Alzheimer y Parkinson, un mapa de genes de cáncer.
En el Ecuador la pandemia impactó de manera dual. Dolor y muerte, con índices de defunciones tan altos que llegamos al 10 por ciento en algún momento. La vacuna para el año 2021 es una promesa. Si algo hay de aporte a la salud en este tema, se debe a la academia. La secuenciación del virus de la CoVID19 y la descripción de linajes nuevos de este virus, el diseño de pruebas diagnósticas para el SARS-Cov-2, el estudio de genes de vulnerabilidad y resistencia, son contribuciones nacionales importantes a la ciencia.
Quizá el 2021, nos traiga mejores avances, menos muertes, más equidad, que la vacuna llegue a la mayoría de la población mundial que deberá alinearse a la idea de que vacunarse es protegerse, es ser responsables con la vida propia y de los demás y no vacunarse acarrea el riesgo de contagio y muerte. Quizá sigamos trabajando sobre un nuevo orden mundial y una nueva manera de ver la humanidad y el humanismo, lo que para muchos es aún una utopía.
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