Justin Trudeau, primer ministro candiense. Redacción. Toronto El Gobierno de Canadá ha presentado un proyecto de ley de suicidio asistido, el cual será una opción para los adultos que padecen sufrimientos intolerables y para los cuales la muerte es razonablemente previsible. Solo se aplicará a los canadienses y residentes, lo cual significa que un extranjero no podrá viajar al país para cumplir su deseo de morir, con el fin de evitar el "turismo suicida". Funcionarios del gobierno dijeron que solo pueden aprovechar la ley las personas habilitadas para recibir servicios de salud pública. El proyecto de ley establece que, para poder optar al suicidio asistido, el paciente tiene que tener al menos 18 años de edad, estar en posesión de sus facultades mentales y expresar por escrito su voluntad de morir. El año pasado la Corte Suprema derogó leyes que prohíben a los médicos ayudar a una persona a morir, pero dejó el fallo en suspenso a la espera de una nueva ley. El proyecto aún requiere la aprobación parlamentaria, la cual es previsible dado que el gobierno liberal del primer ministro Justin Trudeau tiene la mayoría. El proyecto de ley fue inmediatamente criticado tanto por los partidarios de la eutanasia, que consideran que impone demasiadas restricciones, como por grupos conservadores opuestos a la muerte asistida. La Asociación de Libertades Civiles de Columbia Británica, uno de los grupos que llevó a los tribunales la prohibición de permitir los suicidios asistidos en el país, dijo en un comunicado que el texto "excluye categorías enteras de canadienses en sufrimiento que deberían tener el derecho a una muerte asistida segura y digna". El año pasado, la Corte Suprema de Canadá dijo que prohibir esa opción privada a personas en estado terminal de su dignidad y autonomía. Había sido ilegal en Canadá aconsejar, ayudar o facilitar un suicidio, un delito penalizado con hasta 14 años de prisión. Legal en otros países El suicidio asistido es legal en Suiza, Alemania, Albania, Colombia, Japón y los estados norteamericanos de Washington, Oregon, Vermont, New México y Montana. California aprobó también una ley que se espera entre en vigencia este año y que permitirá a pacientes con enfermedades terminales, que puedan demostrar residencia en el estado, poner fin a sus vidas. Holanda, Bélgica y Luxemburgo permiten a médicos, bajo condiciones estrictas, asistir en la muerte de pacientes cuyas condiciones se consideran irreparables y que sufren dolor extremo. |
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