COVID-19: Vacunar al 70% de la población global permitirá reforzar la barrera de inmunidad
Los casos están aumentando impulsados por las subvariantes de Omicron, BA.4 y BA.5
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
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Redacción. Quito
Los casos de COVID-19 se han incrementado en un
20 por ciento a nivel global, impulsado por las subvariantes de Omicron, BA.4 y BA.5, en muchos lugares; mientras que las muertes han aumentado en tres, ha advertido la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Solo en la región de las Américas se han notificado más de 1.3 millones de nuevas infecciones y 4.158 muertes en la última semana. En América del Sur se ha producido un aumento significativo de los casos nuevos, con casi medio millón de nuevas infecciones por COVID-19, lo cual supone un incremento del 24.6 por ciento.
“
Esta pandemia está cambiando, pero no ha terminado. Hemos avanzado, pero no ha terminado”, ha enfatizado Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
Por este motivo, ha pedido nuevamente a los países vacunar contra la COVID-19 al 70 por ciento de la población para garantizar una
barrera de inmunidad.
“Estamos cerca de la mitad del año, que es el punto en el que la OMS había pedido a todos los países que vacunaran al menos al 70 por ciento de su población”. No obstante,
solo 58 países han alcanzado el objetivo del 70 por ciento, algunos han dicho que no es posible que los países de bajos ingresos lo logren.
“Acabo de estar en Ruanda, donde las tasas de vacunación de segunda dosis están ahora por encima del 65 por ciento y siguen aumentando. Otros como Nepal y Camboya han demostrado que es posible. Sin embargo,
la tasa promedio en los países de bajos ingresos es del 13 por ciento”, ha lamentado Tedros.
En este sentido, ha reiterado que con la
suficiente voluntad política a nivel nacional y el apoyo para garantizar la implementación en las comunidades y se aborda la desinformación, se pueden lograr altas tasas de vacunación.
“¿Creo que los países deberían continuar vacunando al 70 por ciento de la población, comenzando por los más vulnerables? Sí. Si los países ricos están vacunando a niños desde los seis meses de edad y planean realizar más rondas de vacunación, es incomprensible sugerir que los países de bajos ingresos no deberían vacunar y estimular a los niños con mayor riesgo y luego
trabajar para fortalecer sus propios muros de inmunidad”, ha añadido.
Cientos de profesionales de salud sin protección
Según la OMS, en los últimos 18 meses, se han distribuido más de 12 mil millones de vacunas en todo el mundo, con lo cual
el 75 por ciento de los trabajadores de la salud del mundo y los mayores de 60 años han sido vacunados.
Paralelamente, cientos de millones de personas, incluidas decenas de millones de trabajadores de la salud y personas mayores en países de bajos ingresos, siguen sin vacunarse, lo que significa que
son más vulnerables a futuras oleadas del virus.
En las Américas,
224 millones de personas aún no han recibido ni una sola dosis de la vacuna. Por ello, se debe acelerar el ritmo de la vacunación para proteger a la población de las peores consecuencias de este virus, ha indicado la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Cuando empezó el lanzamiento de las vacunas contra COVID, la OMS pidió a todos los países que comenzaran con un enfoque en capas dirigido a las personas mayores y los trabajadores de la salud que estaban en mayor riesgo de contraer el virus antes de pasar a cubrir al resto de la población. En el futuro, para prevenir muertes y enfermedades graves, es importante
mantener al día con las vacunas a los grupos de mayor riesgo.
En todos los países, el 100 por ciento de los grupos de riesgo deben vacunarse y reforzarse lo antes posible. Para la población en general, también tiene sentido
seguir fortaleciendo ese muro de inmunidad, lo que ayuda a disminuir la gravedad de la enfermedad y reduce el riesgo de una condición prolongada o posterior a la COVID.
Incluso los casos relativamente "leves" son perturbadores y perjudiciales, ya que impiden que los niños asistan a la escuela y que los adultos no trabajen, lo que provoca una mayor interrupción económica y de la cadena de suministro.