CIENTÍFICOS ESTADOUNIDENSES
Imprimen huesos y cartílagos reales en 3D
Las muestras sobreviven cuando se implantan en animales
Miércoles, 17 de febrero de 2016, a las 12:35
Anthony Atala, coordinador del proyecto.
|
Redacción. Quito
Un equipo de científicos de la Facultad de Medicina de Wake Forest, Winston-Salem, Carolina del Norte ha desarrollado un nuevo método de impresión en 3D que produce huesos, músculos y cartílagos del tamaño humano que sobreviven cuando se implantan en animales.
El proceso denominado ‘sistema integrado de impresión de tejidos y órganos’ o ITOP, por sus siglas en inglés, trabaja creando una red de canales diminutos para nutrir los tejidos impresos después de implantarlos en un animal vivo.
Anthony Atala, coordinador del proyecto, ha explicado que fue un gran desafío producir tejidos a escala humana con impresión en 3D porque los tejidos más largos demandan nutrición extra.
"Los resultados de este estudio nos acercan a esa realidad con el uso de la impresión en 3D para reparar defectos mediante la ingeniería de tejidos personalizada. También estamos aplicando estrategias similares para imprimir órganos sólidos".
El desarrollo
Los investigadores imprimieron tres tipos de tejido, hueso, cartílago y músculo, que trasplantaron en ratas y ratones. A los cinco meses, el tejido óseo era similar al hueso normal, con vasos sanguíneos y sin áreas muertas.
Según los investigadores, en el microscopio, los implantes de oreja de tamaño humano lucen como el cartílago normal, con vasos sanguíneos que nutren las regiones externas, sin circulación en las regiones internas (como el cartílago natural). El hecho de que existieran células viables en las regiones internas del implante sugiere que recibiría la nutrición adecuada.
“Los resultados con el músculo esquelético impreso son impresionantes. No sólo porque los implantes son similares al músculo normal a las dos semanas del trasplante, sino porque también se contraen como el tejido inmaduro en desarrollo cuando se lo estimula”, han comentado.
De su parte, Lobat Tayebi, de la Facultad de Odontología de Marquette University, Milwaukee, Wisconsin, y que investiga la bioimpresión, ha dicho que "existen muchas dificultades con los tejidos bioimpresos en términos de robustez, integridad y (nutrición sanguínea) del producto final.
"Lo más admirable de este estudio es el esfuerzo serio para superar estos problemas con el ITOP. Es un gran avance en la producción de tejidos bioprotésicos robustos de cualquier tamaño y forma. Aunque es un enfoque con mucha dificultad, se podría aplicar en la producción de tejidos bioimpresos confiables y robustos", ha destacado.