La reducción de daños puede ser un estímulo adecuado para reducir el impacto del tabaquismo
En el mundo hay más de 1.000 millones de fumadores
Miércoles, 06 de noviembre de 2024, a las 09:59
El taquismo es un problema de salud pública.
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Redacción. Quito
La reducción de daños es un enfoque dirigido a grupos de personas que buscan reducir los riesgos asociados a determinados comportamientos y actividades humanas. Por esta razón, se está implementando dentro de sus
políticas preventivas en relación al consumo de tabaco en países como Nueva Zelanda, Estados Unidos, Uruguay, Reino Unido, Suecia y Filipinas.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de tabaco es uno de los principales factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, además de más de 20 tipos o subtipos diferentes de cáncer y muchas otras enfermedades debilitantes. Asimismo, la nicotina presente en los cigarrillos es muy adictiva.
Según cifras de la OMS, 1.300 millones de personas de todo el mundo consumen productos de tabaco y más de 8 millones mueren por factores relacionados al tabaquismo cada año. Por ello, se insiste en la importancia de
no iniciarse en este hábito nocivo y dejar de fumar para precautelar la salud propia.
Gracias a estos dos enfoques: prevención de la iniciación al tabaquismo y cesación o promoción del abandono de este hábito, se han logrado avances en la lucha contra el tabaquismo, pero no es suficiente. Por este motivo, en los últimos años se ha sumado un tercer enfoque, el de reducción de daños, que también se aplica al tabaquismo porque está encaminado a generar oportunidades para reducir el daño de los productos de tabaco de combustión como el cigarrillo, mediante el cambio a productos menos dañinos.
Este enfoque ha ganado terreno porque, si bien muchos fumadores se interesan e intentan dejar de fumar, las tasas de abandono del cigarrillo son bajas a largo plazo. Según varios estudios, existen alrededor de 1.250 millones de consumidores de tabaco en el mundo, de los cuales más de 750 millones desean abandonar este hábito. No obstante, no es tan fácil como parece. De manera que se espera que estas cifras no disminuyan significativamente en un futuro próximo.
Varios actores del sector sanitario de países de avanzada como el Reino Unido, Japón, entre otros, han visto a la reducción de daños como un enfoque que puede aportar mucho en la lucha contra el tabaquismo y a los fumadores adultos que no logran dejar
el tabaco y la nicotina por completo. ¿Por qué no aplicar estas medidas en Ecuador?
La reducción de daños puede desempeñar un papel importante, ya que promueve reducir el riesgo asociado a una determinada actividad sin abandonar la actividad en sí. Por ejemplo, en la actualidad existen múltiples productos, como los cigarrillos electrónicos, las bolsitas de nicotina y los productos de tabaco calentado, que son alternativas sin humo y que representan una opción mejor para aquellos adultos que siguen fumando, a pesar que no están exentas de riesgos y que suministran nicotina.
Una
revisión sistemática de Cochrane ha encontrado evidencia de que los cigarrillos electrónicos con nicotina aumentan las tasas de abandono del cigarrillo en comparación con las terapias de reemplazo de nicotina.
En esta línea, hay que resaltar que existe una diferencia importante entre los cigarrillos y
los productos sin humo científicamente probados no queman tabaco.
El proceso de combustión es el responsable de los altos niveles de compuestos nocivos y potencialmente nocivos que se encuentran en el humo de los cigarrillos y que se asocian a las enfermedades relacionadas con el tabaquismo. Este humo contiene más de 6.000 sustancias químicas, de las cuales unas 100 han sido clasificadas como perjudiciales para la salud.
Los productos sin humo no queman tabaco ni producen humo, de manera que se elimina este proceso de combustión y el humo perjudicial en comparación con los cigarrillos, aunque es cierto que no están exentos de riesgos, ya que proporcionan nicotina.
Si bien la nicotina es adictiva, no es la principal causa de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo sino los altos niveles de sustancias químicas nocivas que genera la combustión del tabaco. Por lo tanto, se deben fomentar más los esfuerzos para desincentivar la iniciación del consumo de cigarrillo y animar el abandono.
Los productos sin humo respaldados por la ciencia pueden contribuir a alejar de los cigarrillos a los adultos que, de otro modo, seguirían fumando. Con el estímulo normativo adecuado y el apoyo de la sociedad civil, se podrá ir más lejos en la lucha contra el impacto del tabaquismo en la salud pública.
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