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NUEVOS ESTUDIOS
Metástasis cerebral puede ser combatida con un nuevo tratamiento
Los avances en el tratamiento de metástasis cerebral han sido escasos y tratados con cirugía o radioterapia
Martes, 12 de junio de 2018, a las 13:21
Manuel Valiente, del Centro Nacional de Investigaciones Oncolgicas.

Manuel Valiente, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas.


Redacción. Quito
La metástasis cerebral ha sido uno de los grandes retos de la oncología al ser considerada intratable en la mayoría de los pacientes, estimando que entre el 10 y 40 por ciento de los tumores primarios producen metástasis en el cerebro, empeorando su pronóstico.

En un estudio publicado en la revista Nature Medicine se ha mostrado cómo la administración en pacientes con este tipo de lesiones en el cerebro de silibinina, una sustancia natural que se encuentra en el cardo mariano, ha logrado reducir las lesiones sin causar efectos indeseados.

Manuel Valiente, jefe del grupo de Metástasis Cerebral del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ha liderado este ensayo preliminar, de uso compasivo, que ha supuesto una prueba en el que el compuesto podría ser una nueva alternativa para tratar la metástasis cerebral.

“No tenemos las mismas estrategias para atacar la metástasis que para abordar el tumor primario, con esta terapia hemos demostrado que podemos tratar con éxito cualquier tipo de metástasis cerebral, independientemente del tumor inicial que la generó”, ha manifestado el jefe de CNIO.

De momento, los avances en el tratamiento de metástasis cerebral han sido escasos y tratados con cirugía o radioterapia, en los últimos años han aparecido alternativas dentro de las terapias dirigidas o inmunoterapias, pero el porcentaje de pacientes que se puede beneficiar de ellas ha sido del 20 por ciento en el mejor de los casos, ha dicho Manuel Valiente.

El trabajo de CNIO ha abierto una nueva vía en el que los investigadores han analizado cómo una célula de cáncer de pulmón, mama o melanoma es capaz de crecer en uno de los órganos más diferentes respecto a su composición y función, como es el cerebro.

Por lo que se ha planteado la hipótesis de que células necesitan un mecanismo de adaptación para colonizar en la que debe existir un proceso de adaptación de esa célula cancerígena para crecer en un ambiente diferente.

Valiente ha señalado que “mientras que en los estadios más iniciales de la metástasis el cerebro todavía no se ha modificado, en las fases más avanzadas se han alterado diferentes componentes, como los astrocitos, que son células del sistema nervioso central”.

De esta manera, la célula cancerígena engaña al astrocito para favorecer su crecimiento.

“Hemos testado qué valor tendría cortar esa ‘ayuda extra’ que le proporcionan los astrocitos alterados y hemos visto que cuando ‘apagamos’ ese cambio, la célula cancerígena empieza a sufrir, de hecho, hay una reducción de la metástasis”, ha manifestado Valiente.

Cuando se elimina el gen STAT3, de esos astrocitos, la viabilidad de las metástasis en el cerebro se ve comprometida, a partir de ahí, el grupo de Valiente ha utilizado una nueva estrategia de cribado de fármacos desarrollada por ellos mismos a la cual han denominada METPlatform.

Mediante esta herramienta se ha analizado el comportamiento de cientos de compuestos de manera simultánea, sobre las células metastáticas.

Así los expertos han vislumbrado la eficacia de la silibinina, cuya capacidad antitumoral había sido establecida previamente por Joaquim Bosch, del Instituto Catalán de Oncología (ICO) de Girona y autor también de este estudio.

“En 2016 reportamos respuestas cerebrales en dos pacientes sin más opciones de tratamiento al recibir silibinina, pero desconocíamos cómo funcionaba, gracias a este nuevo trabajo hoy entendemos su mecanismo de acción en el cerebro”, ha indicado Bosch.

Resultados

Tras el desarrollo del tratamiento el 75 por ciento de los pacientes han reaccionado positivamente a nivel de las metástasis cerebrales, tres de ellos han mostrardo una respuesta total y 10 una respuesta parcial.

La supervivencia media ha sido situada en 15,5 meses mientras que en el grupo control fue de cuatro meses.



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