ALARMANTE INFORME
Naciones Unidas revela que una mujer muere cada dos minutos por causas del embarazo o el parto
Se registraron 287.000 muertes maternas en todo el mundo en 2020
La mayoría de las principales causas de mortalidad materna pueden prevenirse y tratarse.
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Redacción. Quito
Un nuevo informe de varios organismos de las Naciones Unidas, titulado “
Tendencias en la mortalidad materna”, ha revelado que
cada dos minutos muere una mujer en el embarazo o el parto y que, desafortunadamente, hay alarmantes retrocesos para la salud de las mujeres en los últimos años, dado que número de muertes maternas ha aumentado o se ha estancado su descenso en todas las regiones del mundo.
Hemorragias graves, hipertensión, infecciones relacionadas con el embarazo, complicaciones debidas a la práctica de abortos en condiciones de riesgo y afecciones subyacentes que pueden agravarse durante el embarazo (como el VIH/sida y el paludismo), son las
principales causas de la mortalidad materna, pero pueden prevenirse y tratarse en gran medida con acceso a una atención de salud respetuosa y de alta calidad, se precisa en el informe.
“Pese a que el embarazo debería ser un momento de enorme esperanza y una experiencia positiva para todas las mujeres, sigue siendo por desgracia una experiencia increíblemente peligrosa para millones de mujeres de todo el mundo que carecen de acceso a una atención de salud respetuosa y de alta calidad. Estas nuevas estadísticas revelan la necesidad urgente de garantizar que todas las mujeres y niñas tengan acceso a
servicios de salud cruciales antes, durante y después del parto, y que puedan ejercer plenamente sus derechos reproductivos”, ha expresado Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este informe ha hecho seguimiento de los datos de mortalidad materna en el ámbito nacional, regional y mundial entre el 2000 a 2020.
Según las últimas estimaciones, en 2020 se han registrado
287.000 muertes maternas en todo el mundo, lo cual muestra que hubo un ligero descenso desde las 309.000 muertes maternas registradas en 2016, año en el que se puso en marcha los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
Asimismo, en números absolutos, la mortalidad materna sigue concentrándose mayoritariamente
en las zonas más pobres del mundo y en países afectados por conflictos. En 2020, aproximadamente el 70 por ciento de todas las muertes maternas se dieron en África Subsahariana. En nueve países con graves crisis humanitarias, las tasas de mortalidad materna han duplicado con creces el promedio mundial (551 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos, frente a 223 en el ámbito mundial).
“Es inaceptable que tantas mujeres sigan muriendo innecesariamente durante el embarazo y el parto.
Más de 280.000 defunciones en un solo año es inadmisible”, ha enfatizado Natalia Kanem, directora ejecutiva de UNFPA.
“Podemos y debemos mejorar invirtiendo urgentemente en planificación familiar y solventando la escasez mundial de personal de partería (cifrada en 900.000 profesionales) para que todas las mujeres puedan recibir la atención vital que necesitan. Tenemos las herramientas, el conocimiento y los recursos para poner fin a las muertes maternas prevenibles; lo que necesitamos ahora es voluntad política”, ha agregado.
Es posible progresar
Si bien en el informe se han presentado ciertos avances considerables en la reducción de la mortalidad materna entre 2000 y 2015, los avances logrados se han estancado en gran medida e, incluso, han retrocedido en algunos casos a partir de ese punto.
Por ejemplo, en dos de las ocho regiones de las Naciones Unidas: Europa y América del Norte, y
América Latina y el Caribe, la tasa de mortalidad materna se ha incrementado entre 2016 y 2020 en un 17 por ciento y un 15 por ciento respectivamente. En las otras regiones se ha estancado.
Sin embargo, el informe también ha dado a entender que
es posible progresar. Por ejemplo, dos regiones: Australia y Nueva Zelandia, y Asia Central y Meridional, han experimentado descensos considerables de mortalidad materna durante el mismo periodo, al igual que otros 31 países, de un 35 por ciento y un 16 por ciento.
La meta de los ODS para la mortalidad materna es lograr una razón de mortalidad materna (RMM) mundial de menos de 70 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos para 2030. Sin embargo, la RMM mundial en 2020 se ha estimado en 223 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos, un descenso frente a las 227 de 2015 y las 339 de 2000. Durante el periodo abarcado por los Objetivos de Desarrollo del Milenio (de 2000 a 2015), la tasa anual mundial de reducción fue del 2.7 por ciento, pero ha caído a niveles insignificantes durante los cinco primeros años del periodo abarcado por los ODS (de 2016 a 2020).
“Para millones de familias, el milagro del alumbramiento se ve empañado por la tragedia de la mortalidad materna… Ninguna madre debería temer por su vida al traer un bebé al mundo, especialmente cuando
se dispone de los conocimientos y las herramientas para tratar las complicaciones habituales. La equidad en la atención de salud significa ofrecer a todas las madres, independientemente de su identidad o lugar de residencia, la oportunidad justa de un parto seguro y un futuro saludable con su familia”, ha dicho Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF.
“Este informe es otro recordatorio poderoso de la necesidad urgente de redoblar nuestro compromiso con la salud de las mujeres y las adolescentes. Con medidas inmediatas, más inversiones en atención primaria de salud y sistemas de salud más sólidos y resilientes, podemos salvar vidas, mejorar la salud y el bienestar, y promover los derechos y las oportunidades de las mujeres y las adolescentes”, ha destacado Juan Pablo Uribe, director Mundial de Salud, Nutrición y Población en el Banco Mundial y Director del Mecanismo Mundial de Financiamiento.
Puntos clave
Según el informe, la
atención primaria de salud centrada en la comunidad puede atender las necesidades de las mujeres, niñas y adolescentes y facilitar el acceso equitativo a servicios cruciales, como los partos instrumentados y la atención prenatal y posnatal, las vacunas infantiles, la nutrición y la planificación familiar. Sin embargo, la infrafinanciación de los sistemas de atención primaria de salud, la falta de trabajadores de la atención de salud capacitados y la debilidad de las cadenas de suministro de productos médicos ponen en peligro los avances.
Alrededor de un tercio de las mujeres
ni siquiera llegan a tener cuatro de los ocho controles prenatales recomendados, ni a recibir atención posnatal esencial, mientras que unos 270 millones de mujeres carecen de acceso a métodos modernos de planificación familiar.
Ejercer el control sobre su salud reproductiva, en particular las decisiones sobre si tener descendencia y en qué momento, es fundamental para garantizar que las mujeres puedan planificar y espaciar la procreación y proteger su salud.
Las
inequidades relacionadas con los ingresos, la educación, la raza o el origen étnico incrementan aún más los riesgos para las mujeres embarazadas marginadas, las que menos acceso tienen a atención esencial de maternidad, pero las que más probabilidades registran de experimentar problemas de salud subyacentes durante el embarazo.
Asimismo, la pandemia de COVID-19 puede haber frenado aún más los avances en salud materna. Teniendo en cuenta que la actual serie de datos finaliza en 2020, se necesitarán más datos para mostrar los verdaderos efectos de la pandemia en la mortalidad materna.
“Reducir la mortalidad materna sigue siendo uno de los retos más urgentes en la salud mundial… Poner fin a la mortalidad materna prevenible y ofrecer acceso universal a una atención de salud materna de calidad requiere esfuerzos nacionales e internacionales sostenidos y compromisos inquebrantables, especialmente para las poblaciones más vulnerables. Tenemos la responsabilidad colectiva de velar por que toda madre, dondequiera que esté, sobreviva al parto, y porque ella y sus hijos salgan adelante”, ha declarado John Wilmoth, director de la División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales.