Edición Médica

Sheri Colberg-Ochs, directora de condición física de la ADA

Redacción. Birmingham
La Asociación Americana de la Diabetes (ADA) ha recomendado a los diabéticos tipo 2 hacer actividad física cada 30 minutos, no cada 90 minutos.
 
Sheri Colberg-Ochs, directora de condición física de la ADA y autora principal de las directrices, ha indicado que "éstas buscan garantizar que todo el mundo siga moviéndose físicamente durante todo el día, al menos cada 30 minutos, para mejorar la gestión de la glucosa en la sangre".
 
Esas actividades ligeras incluyen estiramientos con los brazos por encima de la cabeza, caminar en el sitio, levantamientos o extensiones de piernas, giros en el sillón del escritorio, torsiones del torso y zancadas laterales.
 
"Este movimiento debería ser un añadido al ejercicio regular, ya que se recomienda encarecidamente que las personas con diabetes sean activas. Como incorporar más actividad física diaria puede significar cosas distintas para distintas personas con diabetes, estas directrices ofrecen sugerencias excelentes sobre qué hacer, por qué hacerlo y cómo hacerlo de forma segura", señala un comunicado de la ADA.

Descripción detallada de ejercicios
 
Las recomendaciones han enfatizado tipos específicos de ejercicio como el aeróbico, entrenamiento en resistencia, entrenamiento en flexibilidad y equilibrio, y actividad general de estilo de vida. El documento ha detallado cómo cada tipo de ejercicio ayuda a los pacientes.
 
Por ejemplo, el ejercicio aeróbico beneficia a los pacientes de diabetes tipo 2 a mejorar el control del azúcar en la sangre, controlar el peso y reducir el riesgo cardiaco. El entrenamiento aeróbico y de resistencia regular ofrece beneficios de salud para las personas con diabetes tipo 1, incluyendo una mejora en la sensibilidad a la insulina, en la condición del corazón y en la fuerza muscular.
 
También se ha presentado sugerencias de actividad para las mujeres con diabetes gestacional, quienes deben hacer ejercicio aeróbico y de resistencia. Se anima a las personas con prediabetes a que combinen un aumento en la actividad física con cambios saludables en el estilo de vida para prevenir la progresión a la diabetes tipo 2.
 
Los programas de ejercicio supervisados y estructurados son más beneficiosos para los pacientes con diabetes, según las recomendaciones, que también describen cómo los pacientes deben monitorizar sus niveles de azúcar en la sangre durante la actividad física.
 
Las directrices están basadas en una revisión de más de 180 estudios y las aportaciones de expertos en diabetes y ejercicio.

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