HERRAMIENTAS EFICACES
Nuevo informe de la OMS destaca la necesidad de redoblar los esfuerzos contra la malaria
Esta enfermedad sigue representando una grave amenaza para la salud mundial
Miércoles, 11 de diciembre de 2024, a las 16:13
La OMS promueve la vacunación contra esta enfermedad.
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Redacción. Quito
Nuevos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han revelado que si bien desde el año 2000 se han evitado unos 2.200 millones de casos de malaria y 12.7 millones de muertes, la enfermedad sigue siendo una grave amenaza para la salud mundial, particularmente para la Región de África.
Según el último
Informe mundial sobre el paludismo de la OMS, en 2023 se produjeron aproximadamente
263 millones de casos y 597.000 muertes por paludismo en todo el mundo. Esto representa unos 11 millones de casos más en 2023, en comparación con 2022 y casi el mismo número de muertes.
Aproximadamente el 95 por ciento de las muertes se produjeron en la Región de África de la OMS, donde muchas personas en riesgo aún carecen de acceso a los servicios que necesitan para prevenir, detectar y tratar la enfermedad.
“Nadie debería morir de malaria, sin embargo, la enfermedad sigue afectando desproporcionadamente a las personas que viven en la región africana, especialmente a los niños pequeños y a las mujeres embarazadas… Un
paquete ampliado de herramientas para salvar vidas ofrece ahora una mejor protección contra la enfermedad, pero se necesitan mayores inversiones y acciones en los países africanos más afectados para frenar la amenaza”, ha manifestado Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
El pasado mes de noviembre (2024), la OMS certificó que 44 países y un territorio estaban libres de malaria, y muchos más están avanzando a paso firme hacia la meta. De los 83 países donde la malaria es endémica,
25 países notifican ahora menos de 10 casos al año, lo que supone un aumento respecto de los 4 países que lo notificaban en 2000.
Asimismo, desde 2015 la Región de África también ha logrado una reducción del 16 por ciento en su tasa de mortalidad por malaria. No obstante, la tasa de mortalidad estimada para 2023 de 52.4 muertes por cada 100.000 habitantes en riesgo sigue siendo más del doble del nivel objetivo de 23 muertes por cada 100.000 habitantes establecido por la Estrategia técnica mundial contra la malaria 2016-2030 , y es necesario acelerar los avances.
A principios de 2024, los ministros de Salud de 11 países africanos que representan dos tercios de la carga mundial de malaria (Burkina Faso, Camerún, República Democrática del Congo, Ghana, Malí, Mozambique, Níger, Nigeria, Sudán, República Unida de Tanzanía y Uganda) firmaron una declaración en la que se comprometían a reducir de manera sostenible y equitativa la carga de la enfermedad y abordar las causas profundas fortaleciendo los sistemas nacionales de salud, mejorando la coordinación y garantizando el uso estratégico de la información, entre otras acciones.
Uso de herramientas eficaces
A parte del mayor compromiso político, un despliegue más amplio de las herramientas recomendadas por la OMS está en condiciones de impulsar nuevos avances en los países donde la malaria es endémica.
En diciembre de 2024, 17 países introdujeron
vacunas contra la malaria en la inmunización infantil sistemática. De manera que, se espera que la ampliación continua de la vacunación en África salve decenas de miles de vidas jóvenes cada año.
Además, los mosquiteros de nueva generación ofrecen una mejor protección contra la malaria, en comparación a los que contienen solo piretroides. Estos están cada vez más disponibles, lo que respalda los esfuerzos para combatir la resistencia de los mosquitos a los piretroides. En 2023, estos nuevos tipos de mosquiteros representaron el 78 por ciento de los 195 millones de mosquiteros entregados al África subsahariana, un aumento respecto del 59 por ciento en 2022.
Sin embargo, la financiación para el control de la malaria a nivel mundial sigue siendo insuficiente para revertir las tendencias actuales, especialmente en los países africanos más afectados. En 2023, la financiación total alcanzó unos 4.000 millones de dólares, cifra muy inferior a la meta de financiación anual de 8.300 millones de dólares establecida por la estrategia técnica mundial.
Para la OMS, la financiación insuficiente ha dado lugar a importantes lagunas en la cobertura de mosquiteros tratados con insecticidas, medicamentos y otros instrumentos que salvan vidas, en particular para los más vulnerables a la enfermedad.
Más allá de la financiación, los países donde la malaria es endémica siguen enfrentándose a sistemas de salud frágiles, una vigilancia deficiente y amenazas biológicas crecientes, como la resistencia a los medicamentos y a los insecticidas.
También en muchas zonas, los conflictos, la violencia, los desastres naturales, el cambio climático y los desplazamientos de población están exacerbando las desigualdades sanitarias ya generalizadas que afrontan las personas con mayor riesgo de contraer malaria, incluidas las mujeres embarazadas y las niñas, los niños menores de 5 años, los pueblos indígenas, los migrantes, las personas con discapacidad y las personas que viven en zonas remotas con acceso limitado a la atención sanitaria.