COMPUESTO BACTERICIDA
Nuevo material que usa la luz contra las infecciones hospitalarias
La bacteria Staphylococcus es la mayor causa de infecciones
Francisco Galindo y Alicia Beltrán.
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Redacción. Madrid
Investigadores de la
Universidad Jaume l de Castellón (UJI) han desarrollado un
nuevo compuesto bactericida que se activa con la luz que se espera será usado para esterilizar el material quirúrgico y para tratar patologías cutáneas.
El nuevo material ha sido desarrollado por investigadores del departamento de Química Inorgánica y Orgánica de la UJI y posiblemente podrá tener utilidad para
combatir las infecciones hospitalarias más comunes.
Los resultados de este trabajo liderado por
Francisco Galindo, en colaboración con la investigadora
Alicia Beltrán, se han publicado en el Journal of Materials Chemistry.
El nuevo material es un
complejo de molibdeno enlazado a un polímero de tipo poliestireno. “Se ha caracterizado fotoquímicamente y se ha observado que es capaz de generar oxígeno singlete con alta eficiencia. Además, se han hecho ensayos preliminares usando este polímero para eliminar cultivos de la bacteria Staphylococcus aureus, una de las causas de infecciones hospitalarias más habituales”, ha afirmado Galindo.
“Los ensayos han sido muy prometedores, dado que se ha conseguido eliminar la totalidad de las bacterias expuestas al nuevo material y luz”.
Bacterias, virus y hongos son responsables de numerosas patologías. Una de las múltiples formas de eliminar estos microorganismos es la denominada
terapia fotodinámica. Esta consiste en la utilización de ciertas sustancias que son activadas con luz.
“Tras la irradiación se generan las llamadas especies reactivas de oxígeno, que destruyen los patógenos”, ha explicado Galindo. La especie reactiva de oxígeno más frecuente es el oxígeno singlete, que se ha aplicado tradicionalmente en la terapia fotodinámica para los tratamientos tanto de infecciones cutáneas como de cáncer, que opera bajo los mismos principios y que en lugar de destruir microbios
elimina células tumorales.
Aplicación
Su aplicación más inmediata sería la bactericida, tanto a nivel preventivo como a nivel terapéutico. En el caso preventivo se podría incluir el nuevo material en objetos autoesterilizables aplicando luz, por ejemplo,
material quirúrgico. En el caso terapéutico se podrían desarrollar tratamientos dermatológicos para patologías cutáneas, no solo infecciones, sino también cáncer de piel.
“El material de molibdeno-poliestireno está en su
fase de desarrollo en laboratorio químico y microbiológico. De hecho, estamos estudiando cómo influyen otros polímeros como soporte o qué eficiencia y estabilidad tienen otros complejos de molibdeno”, han advertido los autores del trabajo.
Además, tienen previsto estudiar el efecto fotodinámico sobre otros cultivos de bacterias. La aplicación en condiciones médicas reales solo
está en su fase inicial y “estamos trabajando ya con especialistas médicos para evaluar su eficiencia en condiciones reales”, ha comentado Galindo.
Terapia antibacteriana
La principal novedad es conceptual, dado que el material desarrollado es el
primer ejemplo de complejo de molibdeno usado para terapia fotodinámica antibacteriana. En la actualidad, el campo está ampliamente copado por la familia de las porfirinas y ftalocianinas.
Una desventaja de estos materiales es que tienden a agregarse y perder su eficiencia, cosa que no sucede con el fotosensibilizador estudiado.
“El hecho de haber demostrado que los complejos de molibdeno tienen actividad bactericida hace que por delante haya un amplio campo por explorar, ensayando otros compuestos con estructuras diferentes. Además de la
alta eficiencia en la destrucción de bacterias, se ha observado que el polímero con molibdeno es muy fotoestable, es decir, no se autodestruye con la luz, mientras que otros fotosensibilizadores acaban degradándose tras la aplicación de luz por largos períodos de tiempo”, ha explicado Galindo.