Edición Médica

Barack Obama, presidente de EE.UU.

Redacción. Washington
El presidente Barack Obama se ha comprometió a apoyar a Donal Trump si logra elaborar un plan de salud menos costoso y de mayor calidad para los estadounidenses.
 
Una de las condiciones que ha establecido fue que, en el caso de que haya una nueva ley, se brinde atención a los norteamericanos con condiciones preexistentes, cuestión que ya es considerada en el Obamacare.
 
“Mi consejo al presidente electo es que haga que su equipo y los republicanos del Congreso demuestren que pueden hacer cosas mejores para este mundo. Si lo hacen, muchos demócratas, incluido yo, los apoyaremos”, ha dicho Obama.
 
Cuando Obama llegó al poder, el sistema sanitario estadounidense parecía insostenible. Millones de personas se encontraban sin seguro médico porque eran rechazados por sus condiciones de salud. El sistema era ineficaz y consumía una gran parte de la económica estadounidense
 
El 23 de marzo de 2010, en medio de una inmensa polémica, Obama decidió sobrepasar las quejas republicanas y firmar la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, conocida como Obamacare. Fue, sin duda alguna, un logro histórico, sobre todo al destacar que cada presidente estadounidense desde Harry Truman había intentado hacerlo.
 
La ley sigue siendo polémica, pero su esfuerzo amplió la cobertura médica a 20 millones de estadounidenses.
 
La mayoría de expertos coincide en que la reforma sanitaria promulgada en 2010 ha sido el mayor logro a nivel interno del actual presidente.
 
Se trata de una ley "muy compleja" que ha beneficiado a "más de 20 millones de ciudadanos", ha señalado el analista Roberto Izurieta, profesor de la Universidad George Washington.
 
No obstante, Donal Trump parece decidido a ejecutar su promesa y la señal más clara al respecto es que ha elegido para dirigir el departamento de Salud a Tom Price, un legislador y cirujano conocido por su firme oposición a la reforma de Obama.
 

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