Obispos católicos de EE.UU. abren polémica en torno a la vacuna COVID-19 de Johnson & Johnson
Hace unos días la vacuna recibió la autorización de uso de emergencia de la FDA
La vacuna Janssen COVID-19 se administra en una sola dosis.
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Redacción. Quito
La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos
ha recomendado a la ciudadanía no aplicarse la vacuna contra COVID-19 de Johnson & Johnson/Janssen Pharmaceuticals.
Ha sugerido elegir las vacunas de Pfizer o Moderna, ya que la vacuna de Johnson & Johnson supuestamente habría sido “desarrollada, probada y producida con líneas celulares derivadas del aborto”, a lo cual la farmacéutica ha señalado que “
no hay ningún tejido fetal en su vacuna”, según CNN.
La polémica
“La aprobación de la vacuna COVID-19 de Johnson & Johnson para su uso en los Estados Unidos vuelve a plantear interrogantes sobre la
permisibilidad moral del uso de vacunas desarrolladas, probadas y / o producidas con la ayuda de líneas celulares derivadas del aborto”, ha señalado la Conferencia en un comunicado.
“Si se puede elegir entre vacunas COVID-19 igualmente seguras y efectivas, se debe elegir la vacuna con la menor conexión con las líneas celulares derivadas del aborto. Por lo tanto, si uno tiene la capacidad de elegir una vacuna, se deben
elegir las vacunas de Pfizer o Moderna en lugar de las de Johnson & Johnson”, ha agregado.
Desde la FDA
El pasado 27 de febrero de 2021, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) emitió una
autorización de uso de emergencia para que se distribuya en los EE. UU la vacuna COVID-19 de Janssen, más conocida como vacuna de Johnson & Johnson.
La FDA ha señalado que ha determinado que la vacuna Janssen COVID-19 ha cumplido con los criterios legales para la emisión de una EUA. La totalidad de los datos disponibles proporciona una clara evidencia de que la vacuna Janssen COVID-19 puede ser
eficaz para prevenir la COVID-19. Se ha realizado “una evaluación exhaustiva de la información disponible sobre la seguridad, eficacia y calidad de la fabricación”.
La vacuna Janssen COVID-19 se fabrica utilizando un tipo específico de virus llamado adenovirus tipo 26 (Ad26).
La vacuna utiliza el Ad26 para entregar una parte del ADN, o material genético, que se utiliza para fabricar la distintiva proteína "pico" del virus del SARS-CoV-2. Aunque los adenovirus son un grupo de virus relativamente comunes, el Ad26, que puede causar síntomas de resfriado y conjuntivitis, se ha modificado para la vacuna de modo que no pueda replicarse en el cuerpo humano para causar la enfermedad. Después de que una persona reciba esta vacuna, el cuerpo puede fabricar temporalmente la proteína de pico, que no causa la enfermedad, pero hace que el sistema inmunitario aprenda a reaccionar de forma defensiva, produciendo una respuesta inmunitaria contra el SARS-CoV-2.
La vacuna Janssen COVID-19 se administra en una sola dosis. Los datos de seguridad disponibles para respaldar la EUA incluyen un análisis de 43.783 participantes inscritos en un estudio en curso, aleatorizado y controlado con placebo, que se está llevando a cabo en Sudáfrica, algunos países de América del Sur, México y los EE. UU.
De los participantes, 21.895 que recibieron la vacuna y 21.888 que recibieron placebo salino, fueron seguidos por una mediana de ocho semanas después de la vacunación. Los
efectos secundarios más frecuentes fueron dolor en el lugar de la inyección, dolor de cabeza, fatiga, dolores musculares y náuseas. La mayoría de estos efectos secundarios fueron de leves a moderados y duraron entre 1 y 2 días.
Datos de eficacia
Los datos de eficacia que respaldan la
autorización de uso de emergencia incluyen un análisis de 39.321 participantes en el estudio en curso, aleatorizado y controlado con placebo, que se está llevando a cabo en Sudáfrica, algunos países de América del Sur, México y los Estados Unidos, que no tenían evidencia de infección por SARS-CoV-2 antes de recibir la vacuna.
En general, la vacuna tuvo una eficacia de aproximadamente el
67 por ciento en la prevención del COVID-19 de moderado a grave/crítico que se produjo al menos 14 días después de la vacunación y del 66 por ciento en la prevención del COVID-19 de moderado a grave/crítico que se produjo al menos 28 días después de la vacunación.
Además, la vacuna fue aproximadamente un
77 por ciento eficaz en la prevención del COVID-19 grave/crítico que se produjo al menos 14 días después de la vacunación y un 85 por ciento eficaz en la prevención del COVID-19 grave/crítico que se produjo al menos 28 días después de la vacunación.
Se registraron 116 casos de COVID-19 en el grupo de la vacuna que se produjeron al menos 14 días después de la vacunación, y 348 casos de COVID-19 en el grupo del placebo durante este periodo de tiempo. También 66 casos de COVID-19 en el grupo de la vacuna que se produjeron al menos 28 días después de la vacunación y 193 casos de COVID-19 en el grupo del placebo durante este periodo de tiempo. A partir de los 14 días después de la vacunación, se notificaron 14 casos graves/críticos en el grupo vacunado frente a 60 en el grupo placebo, y a partir de los 28 días después de la vacunación, además de 5 casos graves/críticos en el grupo vacunado frente a 34 casos en el grupo placebo.
En este momento, no se dispone de datos para determinar durante
cuánto tiempo la vacuna proporcionará protección, ni hay pruebas de que la vacuna prevenga la transmisión del SARS-CoV-2 de persona a persona.