Reino Unido vigila la recombinación de las variantes delta y ómicron
El último informe sobre variantes de interés de salud pública lo advierte
: Aún existe incertidumbre sobre futuras variantes.
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Redacción. Quito
El último informe sobre variantes de interés en la salud pública del SARS-CoV-2 que realiza periódicamente el Reino Unido ha incluido una
recombinación de las variantes delta y ómicron.
Para los científicos del país europeo que más secuenciación realiza, se trata de algo esperado y que no tiene por qué ser preocupante. Sin embargo, es una variación que debe
vigilarse y monitorizar su nivel de propagación, así como sus posibles consecuencias clínicas.
En el subtítulo ‘
Señales actualmente bajo monitoreo e investigación’ (
aquí el enlace), el informe del gobierno británico ha incluido la variante B.1.640 (identificada por primera vez en Francia), el linaje BA.3 de ómicron y el ‘recombinante delta x ómicron’.
Según han explicado, recombinación se produce cuando dos partículas virales de
dos linajes diferentes entran en la misma célula (en el caso de este coronavirus, infectando a la vez a una persona o un animal), intercambian segmentos genéticos y producen una nueva combinación. Es un proceso natural y ya constatado en el virus que causa la COVID-19.
En Europa, dado el extraordinario número de personas positivas de ómicron y que
delta no ha desaparecido, la probabilidad de que una persona se infecte con ambas variantes no es desdeñable.
Hay que recordar que ya a principios de enero
Chipre identificó recombinación de las variantes delta y ómicron en 25 casos que se remitieron a la base de datos internacional Gisaid del Instituto Pasteur, encargada de publicar la secuenciación oficial de las nuevas variantes de la gripe y el coronavirus.
A tomarse en serio la combinación
Para los investigadores, la recombinación es una de las armas del
arsenal evolutivo del virus. No está necesariamente asociada a mayor transmisibilidad, virulencia o escape a vacunas o pruebas diagnósticas, pero “podría ser una fuente, porque aporta diversidad genética”, explicó ya en noviembre
Marina Escalera Zamudio, investigadora del departamento de Zoología de la
Universidad de Oxford (Reino Unido) y una de las autoras del estudio que describió la primera recombinación del SARS-CoV-2 con una amplia propagación, el linaje B.1.628, denominado XB, que se extinguió tras extenderse principalmente por Estados Unidos y México.
Por su parte, otro de los autores de la investigación,
Oliver G. Pybus, del Departamento de Zoología de Oxford y el Royal Veterinary College de Londres advirtió que “la recombinación como fuente de diversidad genética de virus nuevos y viables
debe tomarse en serio”.
El biotecnólogo israelí
Shay Fleishon ha explicado en Twitter que se han detectado recombinaciones
cuando una variante estaba reemplazando a otra. Así, se detectó XA en Reino Unido cuando alfa creció y reemplazó a la B.1.177. Cuando delta subió y fue sustituyendo a alfa, se detectó la XC. Y ahora se ha detectado la recombinación delta-ómicron cuando la segunda ha desplazado a la primera en el nicho ecológico.
Aun así, el diario británico The Guardian ha publicado la opinión de destacados científicos de Reino Unido en la que le advierten al gobierno británico de que una
futura variante del coronavirus SARS-CoV-2 podría
causar más muertes y enfermedad grave que ómicron.
El periódico inglés, en base a la opinión científica le ha advertido el primer ministro Boris Johnson sobre las
precauciones que deberá tomar antes de levantar las medidas preventivas contra la COVID-19.
El epidemiólogo
Mark Woolhouse, de la Universidad de Edimburgo, ha recordado que “ómicron no vino de la variante delta, sino de una parte completamente diferente del árbol genealógico del virus. Y dado que
no sabemos de qué parte del árbol genealógico del virus vendrá una nueva variante, no podemos saber cómo de patógena podría ser”.
El virólogo
Lawrence Young ha subrayado que “la idea de que las variantes del virus seguirán siendo más leves es errónea” y
David Nabarro, enviado especial para la COVID-19 de la OMS, también ha resaltado sobre
la incertidumbre de cómo podrían comportarse futuras variantes.
El dato
El Reino Unido ha realizado
más de 2 millones de secuencias de SARS-CoV-2, una cuarta parte de todas las secuencias publicadas a nivel mundial.