IMPORTANTES HALLAZGOS
Robots biomédicos investigan enfermedades raras
También sirven para buscar medicamentos huérfanos y nuevas dianas terapéuticas
Jueves, 15 de septiembre de 2016, a las 12:13
Enrique de Andrés Galiana y Juan Luis Fernández Martínez, investigadores de la Universidad de Oviedo.
|
Redacción. Asturias
Científicos de la
Universidad de Oviedo en España y de la empresa
Biomodels han diseñado
robots biomédicos que serían de utilidad para el estudio de enfermedades raras, neurodegenerativas e incluso el cáncer.
Según lo informado estos robots son útiles para la búsqueda de medicamentos huérfanos, de nuevas dianas terapéuticas y para la selección de fármacos personalizados en función de las necesidades de cada paciente.
Juan Luis Fernández Martínez, profesor de la universidad e investigador en este estudio, ha indicado que estos robots
permiten predecir fenotipos tanto en investigación clínica como traslacional, es decir evidenciar la expresión de la información contenida en los genes en función de un ambiente determinado.
Aplicaciones concretas
En un estudio los investigadores han aplicado estos robots a tres enfermedades concretas: la
leucemia linfocítica crónica, la
miositis por cuerpos de inclusión y la
esclerosis lateral amiotrófica con el objetivo de conocer los fenotipos de las patologías.
De esta menera los
resultados han mostrado la importancia de la Lipoproteína lipasa, una enzima que descompone los triglicéridos en ácidos grasos libres y glicerol, en el caso de la leucemia. Mientras que en la miositis, un trastorno degenerativo inflamatorio de los músculos, se descubrió la importancia de varios genes y la influencia de diferentes virus y bacterias en la génesis de esta enfermedad autoinmune, de forma que el sistema inmunitario confunde las proteínas propias con las generadas por el invasor.
En el caso de la esclerosis lateral amiotrófica, los robots determinaron la importancia de un grupo de proteínas (las
caspasas) que controlan el mecanismo de muerte celular programada y que en modelos animales transgénicos se han relacionado también con la mutación del gen SOD1, además de vías relacionadas con el virus Epstein-Barr.
A falta de confirmación
Para Fernández, todos estos hallazgos
necesitan confirmación y refrendo clínico debido a que uno de los mayores retos en la predicción de fenotipos y su uso en clínica es “el gran carácter indeterminado que poseen estos datos”.
“Trabajamos con chips o microarrays que miden el nivel de expresión de los genes monitorizados en el ARN en diferentes células del organismo. Utilizamos un número alto de sondas, del orden de 50.000, mientras que el de pacientes no excede de la centena”, ha dicho el investigador.
Para la Universidad de Oviedo este trabajo ha permitido desarrollar herramientas capaces de escrutar el poder discriminatorio de los genes y de buscar las diferentes redes genéticas que están involucradas en su desarrollo. En este sentido esta metodología se puede utilizar con
diferentes tipos de datos genéticos.
“El
proyecto Finisterrae, como se ha bautizado, abre, por lo tanto, perspectivas halagüeñas para la búsqueda de soluciones a diferentes enfermedades raras y neurodegenerativas”, concluyó Fernández.
Cabe mencionar que un robot biomédico es el conjunto de herramientas de matemática aplicada, estadística y ciencias de la computación capaz de aprender dinámicamente de datos complejos, conocidos con el término de big-data, así como ayudar a los médicos a tomar decisiones y plantear tratamientos personalizados en función de las necesidades de cada paciente, a lo cual se denominada
Medicina de Precisión.