SOBREPESO Y OBESIDAD
Suprimen el azúcar de todas las comidas de un hospital británico
La unidad de salud eliminó además la comida chatarra de sus restaurantes
Tam Fry, presidente del National Obesity Forum.
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Redacción. Quito
El
Hospital Tameside, en Manchester, Inglaterra, se ha convertido en el primer centro de salud en
desterrar el azúcar de sus restaurantes, para reducir la creciente obesidad en el personal de su Sistema de Salud (NHS).
La medida aplica tanto para el
personal médico y administrativo como para los pacientes y sus visitantes. El hospital ha removido toda la comida chatarra y la gaseosa del menú de sus restaurantes, y lo único que pueden beber los visitantes es té, café, leche y agua.
"Hace mucho tiempo que había que hacerlo y solo hace falta un hospital para hacer este cambio. Todos los demás deberían seguirlo, y espero que lo hagan. El Departamento de Salud parece ser muy lento en la adopción de la medida y solo ahora están pensando en prohibir las bebidas azucaradas en los hospitales. Pero
es el azúcar en los alimentos lo que es tan importante. Simplemente creo que es excelente”, ha dicho
Tam Fry, presidente del National Obesity Forum.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud,
la obesidad casi se ha triplicado en todo el mundo desde 1975. Para 2016, más de 1900 millones de adultos de más de 18 años tenían sobrepeso, y el 13 por ciento eran obesos. En 2016, más de 340 millones de niños y adolescentes tenían sobrepeso u obesidad.
Las consecuencias son
enfermedades como cardiopatías y accidentes cerebrovasculares (esta última, la principal causa mundial de muerte en 2012), diabetes y algunos cánceres (hígado, próstata, riñones, entre otros). Lo más grave del asunto es que, aunque estas enfermedades no se puedan prevenir como tal, lo que las causa sí.
La medida del Hospital Tameside se produce luego de una encuesta del NHS en noviembre del año pasado donde se determinó un amplio
apoyo para la prohibición de bebidas azucaradas en hospitales y clínicas.
El hospital introdujo esa restricción luego del éxito de un ensayo en el que 100 miembros del personal se inscribieron en un
plan de pérdida de peso que cambió su actitud hacia los alimentos.
El proyecto incluyó una encuesta al personal y en el que
el 90 por ciento dijo que el problema más grande en el trabajo era comer bocadillos. Un empleado perdió 13 kg (28 lbs) durante el programa de 12 semanas.