Terapia cognitiva logra reducir problemas de sueño en edad preescolar
Conducta derivadas por falta de sueño generan un estrés considerable en los niños
Jocelyn Thomas.
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Redacción. Quito
Un equipo de científicos de la
Universidad de Tel Aviv en
Israel ha realizado un estudio en el cual se encontró que con una
terapia cognitivo-conductual se logra reducir en los infantes los problemas de conducta derivados de su falta de sueño, como terrores nocturnos.
“Los problemas de sueño en edad preescolar pueden ser tratados con éxito con
intervenciones muy breves. Incluso podrían abordar el problema con éxito por su cuenta, hablando con su hijo de ello y buscando soluciones creativas como colocar una foto de la familia en la cama del niño”, ha comentado
Michael Kahn, autor principal del estudio.
Según ha explicado, este estudio incluyó a 90 niños de 4 a 6 años con terrores graves y persistentes que les influyen en su día a día y les generan un estrés considerable. Los investigadores asignaron aleatoriamente a los niños a dos grupos, de los cuales un grupo se sometió a una
terapia cognitivo-conductual que incluía un juego estructurado con sus padres diseñado para manejar situaciones difíciles, mientras que el otro recibió una terapia que incluía algunos
juegos con los padres pero ninguna guía sobre cómo manejar los problemas del sueño.
De acuerdo a lo informado, en el primer grupo se utilizó una terapia donde los padres y los niños reproducían con muñecos lo que hace cada uno cuando toca irse a dormir, además de las rutinas que llevan a cabo. También establecía
recompensas con pegatinas para los niños que completaban con éxito los ejercicios para mejorar el sueño. Por otro lado, en el grupo de control no recibieron ninguna orientación sobre cómo llevar una buena rutina al acostarse o hacer frente a los despertares nocturnos durante el tiempo de juego con los padres.
De esta semana, desde de cuatro semanas de tratamiento con la terapia cognitiva los niños tuvieron significativamente
menos terrores nocturnos y trastornos del sueño, además los padres informaron de más mejoras en el sueño y en su comportamiento.
Para Kahn este hallazgo sugiere que la terapia cognitivo-conductual que se usa con niños mayores que tienen problemas para dormir también se puede usar con aquellos más pequeños cuando se añade algún componente lúdico. A pesar de que l
a muestra es demasiado pequeña para establecer diferencias estadísticamente significativas.
En este sentido,
Jocelyn Thomas, investigadora del Children's Hospital de Filadelfia en Estados Unidos, quien no participó en el estudio, ha indicado que estos hallazgos se “suman a un gran número de evidencias que sugieren que
la terapia conductual ayuda a reducir los problemas para dormir y los despertares nocturnos”.