EFICACIA Y SEGURIDAD
Pfizer aspira tener la aprobación para su vacuna contra la CoVID19 en noviembre
Garantizar un acceso equitativo es el nuevo desafío frente al coronavirus
Viernes, 04 de septiembre de 2020, a las 16:44
Alejandro Cané, representante de Pfizer.
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Jonathan Veletanga. Quito
Tener disponible una vacuna contra la CoVID19 antes que finalice el 2020
parece ser posible. Varios laboratorios y farmacéuticas han anunciado que ya están desarrollando los ensayos de fase III para evaluar la eficacia y seguridad de las distintas vacunas candidatas que han desarrollado. Algunos resultados preliminares son esperanzadores, pero aún nada está dicho.
EDICIÓN MÉDICA ha conversado con
Alejandro Cané, líder de Asuntos Científicos y Médicos para América del Norte de la división de vacunas de Pfizer, sobre cómo avanza el desarrollo de su vacuna candidata y cómo se están llevando a cabo las
negociaciones para acceder ella.
El pasado 27 de julio Pfizer recibió la autorización por parte de las autoridades regulatorias FDA y EMA (Agencia Europea de Medicamentos) para iniciar el estudio de fase III de su vacuna candidata más prometedora,
denominada BNT162b2, la cual se basa en ARN mensajero. Esta se aplica en dos dosis, se paradas por un intervalo de 21 días, y de acuerdo a los resultados obtenidos hasta el momento, genera inmunogenicidad (produce anticuerpos y respuesta inmune) y es segura, es decir, no tiene efectos adversos importantes.
Es la
“última etapa” en el desarrollo de la vacuna y para esto la farmacéutica está llevando a cabo un estudio global con 30.000 personas de 18 y 85 años, de distintos países: Estados Unidos, Alemania, Argentina, Brasil, Sud África, entre otros., ha indicado Cañé.
“Nuestra expectativa es colectar
la información de eficacia y seguridad para compartirla con las autoridades regulatorias hacia fines del mes de octubre. De manera tal que podamos tener una vacuna disponible antes de fin de año para cambiar el curso de esta pandemia”, ha manifestado, tras asegurar que serán totalmente transparentes con los datos.
Por esta razón, Pfizer aspira obtener la autorización para el uso de su vacuna en el transcurso de
noviembre.
“Quizás, hace cinco meses atrás hablar de una vacuna para fines de 2020 era un sueño. Hoy sabemos que no solamente está la vacuna de Pfizer, hay otros cuatro programas que están muy adelantados. Entonces seguramente habrá más de una vacuna disponible este año, si se aprueban”. Por este motivo el desafío más grande de los próximos meses será el
“acceso equitativo”, ha sostenido Cané.
Acceso equitativo en Latinoamérica y el mundo
A pesar de no tener aún la aprobación, Pfizer ya ha iniciado el proceso de producción a gran escala de su vacuna. El objetivo para este 2020 es disponer de aproximadamente
100 millones de dosis para que sean distribuidas de manera global. En cambio, para el 2021, la idea es alcanzar la distribución de 1.300 millones de dosis a nivel mundial, ha adelantado Cané.
Con el objetivo de asegurar un acceso equitativo, la farmacéutica está en conversaciones directas con las distintas autoridades de Gobierno de varios países del mundo,
incluyendo los países latinoamericanos. Además, está trabajando con entidades internacionales como la Organización Mundial de Salud (iniciativa Covax), Alianza GAVI, entre otras.
Sobre Ecuador, Cané desconoce si las autoridades nacionales han entablado diálogos para acceder a la vacuna. No obstante, ha asegurado que estará disponible para todos los países y “
cada país tomará la decisión en función de sus necesidades”.
Si bien
las vacunas son “una puerta” que nos puede permitir el regreso a la normalidad que conocíamos antes, habrá que esperar la finalización de los estudios que se están llevando a cabo para saber con certeza la eficacia que tienen en la prevención de la CoVID19. Por ahora es importante seguir con el distanciamiento físico, el uso de mascarilla en todo momento y el lavado de manos permanente, ya que estas medidas si han demostrado reducir la transmisibilidad del virus, ha enfatizado.
“Tenemos que aprender a
convivir con un virus nuevo y respetar las normas de circulación social que tenemos hasta ahora. El uso de mascarilla, el distanciamiento social y la higiene de manos vinieron para quedarse por un rato largo”, ha reiterado.
El dato
Frente a varios mitos que se han generado acerca de las vacunas, Cané ha explicado que la molécula de ARN mensajero que se emplea en esta vacuna,
no genera ningún efecto adverso a largo plazo ni cambios en la actividad genética del ser humano. Además, ha resaltado que ofrece una ventaja al momento de adaptar la vacuna a una posible mutación genética del coronavirus.
“Entre 4 y 6 semanas podríamos tener disponible una vacuna capaz de abordar el virus que mutó, en comparado con los 6 o nueve meses que necesitan las vacunas de desarrollo convencional.
Esta flexibilidad también ofrece la plataforma de ARN mensajero”, ha expresado.