1 de cada 17 personas presenta alguna forma de disfagia, ¿Cuáles son los síntomas de alerta?
Muchas veces los pacientes acuden al médico cuando ya presentan complicaciones serias
Jueves, 12 de diciembre de 2024, a las 10:44
La disfagia es un factor de riesgo significativo.
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Redacción. Quito
Cada 12 de diciembre se conmemora el Día Mundial de la Disfagia, una afección caracterizada por la dificultad para tragar alimentos sólidos, líquidos o incluso saliva. De hecho,
1 de cada 17 personas presentará alguna forma de disfagia a lo largo de su vida, lo que puede tener consecuencias graves si no se diagnostica y trata a tiempo, según la Organización Mundial de Gastroenterología.
La prevalencia de disfagia es especialmente alta en personas mayores, pacientes con enfermedades neurológicas, víctimas de accidentes cerebrovasculares y aquellos con antecedentes de cirugías en la cabeza y el cuello. Es común que los síntomas iniciales como atoros recurrentes, pérdida de peso o reflujo pasen desapercibidos.
Por ello, "muchas veces los pacientes acuden al médico cuando ya presentan complicaciones serias que afectan su calidad de vida", ha advertido
Elena Raza, terapeuta del lenguaje del Hospital de los Valles.
Según ha explicado, la disfagia puede estar causada por alteraciones orgánicas, estructurales o funcionales en el mecanismo deglutorio. Además,
la disfagia es un factor de riesgo significativo, dado que la dificultad para deglutir puede provocar la aspiración de alimentos hacia la vía aérea, desencadenando neumonías recurrentes, desnutrición y, en casos graves, la necesidad de alimentación por gastrostomía”.
Por esta razón, ha precisado algunos
síntomas de alarma que requieren atención médica:
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- Demora mucho más tiempo en una comida.
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- Tienen atoros recurrentes en diferentes consistencias de alimento.
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- Se atoran hasta con la saliva.
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- Cuando están dormidos se despiertan atorados.
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- Cambios de voz durante la comida o luego de comer.
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- Rechazan ciertas consistencias.
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- Bajan de peso sin motivo.
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- No pueden tomar pastillas o cápsulas.
En este contexto, ha señalado que
la disfagia puede prevenirse en algunos casos. Por ejemplo, “en pacientes con enfermedades neurodegenerativas, la terapia preventiva ayuda a mantener la posición correcta de la laringe y previene la atrofia muscular. En personas mayores, una actividad física regular también es clave para evitar la pérdida de funcionalidad en los músculos del cuello”.
Sobre el
diagnóstico, ha señalado que se utilizan varias técnicas de evaluación como el método de fijaciones laríngeas, la fibrolaringoscopía y la videolaringoscopía con contraste. Estas herramientas permiten evaluar el estado del mecanismo deglutorio y planificar un tratamiento adecuado.
Mientras que el
tratamiento está orientado a rehabilitar el mecanismo deglutorio y mejorar la calidad de vida del paciente. Este incluye técnicas como fotobioestimulación transcraneal con láser, ultrasonido, electroestimulación y ejercicios específicos para fortalecer la musculatura laríngea y fonatoria. “En casos avanzados, trabajamos en el manejo de secreciones para evitar complicaciones mayores”, ha asegurado Raza.
Finalmente, la terapeuta ha hecho un llamado a la población a no ignorar los síntomas iniciales. Es importante
acudir al médico ante atoros recurrentes, cambios de voz o pérdida de peso inexplicada. “Mientras más temprano se diagnostique la disfagia, mejor será el pronóstico del paciente”, ha dicho.