ENTREVISTA A ESTEBAN ORTIZ
Enfarma deja un vacío en la investigación de medicamentos
El exgerente de desarrollo de esta empresa opina sobre su cierre
Esteban Ortiz, médico investigador.
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Diego Mosquera. Quito
Rafael Correa, presidente de la República, durante su informe a la nación anunció el inminente
cierre de la Empresa Pública Enfarma como respuesta a una serie de ajustes en las instituciones del Estado.
Por este motivo,
Esteban Ortiz, médico investigador de varias universidades nacionales e internacionales y ex gerente de investigación y desarrollo de Enfarma EP ha conversado con REDACCIÓN MÉDICA acerca de los
factores que influyeron en su liquidación y de los proyectos que se desarrollaron en los últimos años.
¿Qué opinas del cierre de Enfarma?
Como médico ecuatoriano, la liquidación de una empresa cuyo trabajo era investigar, producir y comercializar medicamentos accesibles para la población ecuatoriana es triste. Lo veo como una oportunidad que se perdió, ya que si producíamos medicinas localmente desde el Estado hubiera beneficiado a la población.
¿Cuáles fueron los problemas que pudo haber enfrentado esta empresa?
Es un tema muy complicado ya que la producción y acceso a medicinas dependen de muchas variables, creo que la industria local ejerció un poco de presión al sentirse amenazada por una empresa estatal que podía producir medicamentos más baratos. Desde mi punto de vista las grandes multinacionales ejercieron una campaña de desprestigio en contra de los medicamentos genéricos.
¿Existieron temas burocráticos que pudieron influir?
Reconozco que hace 10 años no existían un control adecuado en cuanto a temas como registro sanitario y manejo de medicamentos, en este sentido la creación del ARCSA y el INSPI fueron muy valiosos y aportaron, pero considero que los requisitos que fueron pedidos a Enfarma en ciertos temas fueron demasiado exagerados para un país que está en proceso de crecimiento en temas de investigación.
¿Puedes comentarnos qué tipo de problemas fueron?
Bueno, fueron trabas burocráticas que al se pudieron haber resuelto con una clara decisión política que considero hizo falta, además la inexperiencia de ciertos funcionarios sumó a que las cosas no fluyan como debían.
¿Qué cosas si se lograron?
Por primera vez se lograron canalizar fondos internacionales que provenían de la UNASUR para temas de investigación, se generó una red sudamericana con el apoyo de Senecyt canalizado en Enfarma EP, fueron aproximadamente 100.000 dólares.
Adicionalmente se desarrollaron más de 30 proyectos de investigación con universidades locales públicas y privadas y también extranjeras.
Otro aspecto importante fue el haber escrito más de 6 publicaciones científicas indexadas con el nombre de Enfarma, si comparamos esto con otras empresas farmacéuticas en el Ecuador es una ventaja tremenda.
¿Qué pasó con las administraciones de la empresa?
A mi criterio existieron serias deficiencias en ese sentido, algunas fueron técnicamente fuertes pero administrativamente débiles y otras todo lo contrario, aquí se puede cuestionar el papel del Ministerio de la Producción que afectó al flujo de trabajo.
Además, el cambio constante de directivos también influyó en la demora de proyectos.
¿Cuál fue el proyecto más emblemático?
Definitivamente haber replicado una vacuna pentavalente y producirla nosotros mismos. En el Ecuador se han hecho varias vacunas, pero en este caso, este tipo de vacunas no se las podía hacer porque faltaban componentes virales que no teníamos. Se adquirió tecnología de Cuba y pudimos hacer una vacuna piloto que ya debía probarse en humanos.
Lamentablemente, antes de hacer el ensayo clínico de esta vacuna y a pesar de tener todos los papeles en regla, el Arcsa solicitó requerimientos que administrativamente frenaron el desarrollo de este proyecto.
¿Nos puedes dar un ejemplo?
Claro, nos pidieron un seguro privado para los niños que iban a ser inyectados con esta vacuna en un centro público, aquí el dinero para este requerimiento fue un problema, tuvimos apoyo por escrito de muchos hospitales para dar su garantía de atención en caso de necesitarla pero no se pudo lograr.
¿En definitiva, el cierre de Enfarma nos perjudica?
Creo que la liquidación de la empresa deja un vacío en el encadenamiento productivo biofarmacéutico en el Ecuador. Las universidades investigan mucho, se perdió la oportunidad de impulsar este trabajo que definitivamente aporta al desarrollo del país.