Edición Médica

Profesionales del HDLV.

Redacción. Quito
Cada año, como parte de la conmemoración del Día Mundial del Prematuro el Hospital de los Valles (HDLV) celebra la fortaleza de los niños nacidos de forma prematura, reuniendo a aquellos que han superado este desafío y su familia.
 
Ha realizado una jornada con los niños y su familia, quienes han participado en actividades recreativas y homenajes que celebran el esfuerzo de los pequeños el equipo multidisciplinario de Neo-Valles, que los acompaña en su recuperación. Además, se ha destacado historias de éxito en la atención a bebés prematuros, resaltando el compromiso y los logros alcanzados.
 
Más de 60 niños han recibido una atención especializada en esta casa de salud y hoy disfrutan de una vida saludable, en lo que va del año, ha puntualizado el HDLV.
 
Alrededor de 1.2 millones de nacimientos precoces ocurren cada año en las Américas, siendo la principal causa de muerte en el período neonatal, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
 
Verónica Delgado, neonatóloga del HDLV, ha explicado que la prematuridad es una condición compleja, con múltiples causas y factores de riesgo que pueden llevar a un nacimiento antes de las 37 semanas. Por ello, ha resaltado la importancia de los controles prenatales, para identificar cualquier amenaza a tiempo y brindar el soporte adecuado.
 
“La prematuridad afecta a muchas familias y nuestra misión es brindarles el mejor soporte posible. Cada año celebramos a estos pequeños grandes luchadores, resaltando la importancia de un sistema de salud que respalde tanto al recién nacido prematuro como a su familia en cada etapa”, ha expresado Delgado.
 
El Día del Prematuro recuerda la importancia de un cuidado prenatal efectivo y el acceso a una atención médica de calidad. En este contexto, el Hospital de los Valles ha ratificado su compromiso en ofrecer una atención de excelencia para todos los casos de prematuridad y otros desafíos neonatales.
 
Un caso extraordinario
 
Uno de los casos más notables es el de Ela, nacida a las 27 semanas de gestación. Su madre, Johanna Silventoinen, originaria de Finlandia, se encontraba de vacaciones en Ecuador con solo 23 semanas de embarazo. Al presentar síntomas inusuales, fue trasladada al Hospital de los Valles, donde recibió atención médica especializada que permitió prolongar el embarazo hasta la semana 27.
 
En ese momento, Ela nació y requirió cuidados intensivos, incluyendo ventilación mecánica. Dos meses después, madre e hija regresaron a Finlandia, y hoy, con ocho años, Ela es una niña saludable.
 
“Agradezco la atención oportuna del Hospital de los Valles, cuyo equipo de especialistas salvó mi vida y la de mi hija. Fue una experiencia difícil, pero su profesionalismo me dio tranquilidad”, ha expresado Johanna, quien este año visitó nuevamente el HDLV junto a Ela, ocho años después de su recuperación.

 

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