Hospital de los Valles pionero en el uso del Angiógrafo Biplano para manejo de infarto cerebral
Cuenta con un protocolo específico de diagnóstico y tratamiento de la ACV
Angiógrafo Biplano implementado en el HDLV.
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Redacción. Quito
El Hospital de los Valles (HDLV) se ha convertido en el
único hospital de Ecuador en contar con un Angiógrafo Biplano, un equipo de imagen que utiliza radiación para guiar la realización de procedimientos de diagnóstico y tratamiento mínimamente invasivos en diversas áreas de la Medicina.
Se trata de una tecnología implementada recientemente, que en determinadas ocasiones puede
evitar la exposición de los pacientes a otros tratamientos que pueden ser “cruentos e invasivos”.
Por ejemplo, en pacientes con Accidente Cerebro Vascular (infarto cerebral) existe la posibilidad de extraer los trombos del cerebro para evitar que exista daño neurológico extenso e incluso la muerte. Todo se puede lograr si el paciente acude en una ventana de tiempo de 6 horas.
Lograr que los pacientes acudan en esta ventana de tiempo es complejo y, para ellos, es importante la educación a la población y la “puesta en marcha” de un protocolo de diagnóstico y tratamiento de infarto cerebral isquémico, como ha realizado el HDLV. “Cabe destacar que actualmente este hospital es el único centro hospitalario privado del Ecuador certificado como centro de referencia en
manejo del infarto cerebral (ACV)”.
¿Cómo funciona el Angiógrafo Biplano?
El Angiógrafo Biplano cuenta con dos tubos de rayos X (normalmente está equipado con uno solo). Emiten radiación en tiempo real, lo cual permite al médico adquirir un
plano adicional de visualización para observar el comportamiento del material utilizado en procedimientos de diagnóstico y tratamiento, durante su navegación y a través de las diferentes estructuras anatómicas, especialmente vasculares.
Además, posibilita
realizar estudios en 3D, una herramienta que permite detectar lesiones muy pequeñas, incluso menores de 3 mm, así como planificar con exactitud los procedimientos en base a las características anatómicas identificadas.
Otro punto a favor es que el médico controla la emisión de la radiación mediante la presión de un pedal, mientras que el paciente se acuesta en una mesa similar una mesa operatoria. La mesa y los tubos se pueden mover para obtener planos de visualización óptimos.
Asimismo, l
a sala de angiografía funciona como un quirófano, por ello cuenta con una mesa con el instrumental, un espacio exterior para el lavado de manos, desinfección del personal y para la colocación de ropa quirúrgica y mandiles de plomo (nos protegen de los efectos nocivos de la radiación).
Fuera del equipo se encuentra una
habitación comunicada con la sala mediante una puerta y una ventana amplia plomada que permite la monitorización constante del procedimiento por parte del personal médico que no está dentro de la sala. Aquí están instalados ordenadores con softwares especiales que facilitan realizar distintos tipos de reconstrucciones de las imágenes dependiendo del procedimiento, las cuales son útiles para el diagnóstico preciso de enfermedades, y para la planificación de tratamientos.