Edición Médica

David Cabrera y Christian Benavides, de la Clínica de Lesiones Deportivas.

Redacción. Quito
En los últimos años la innovación tecnológica ha tenido un impacto gigantesco en el campo de la salud y la vida de los pacientes, por ello las unidades médicas de alto nivel fortalecen su equipamiento constantemente.
 
En Ecuador, desde hace varios años, la Clínica de Lesiones Deportivas (www.clinicadelesionesdeportivas.com) ha sido pionera en la incorporación de tecnología robótica de punta, generando así grandes avances en los procesos de rehabilitación física a nivel nacional.
 
Hoy en día la institución nuevamente da grandes pasos gracias a la implementación del Robot EMSELLA, un sistema innovador que estimula el suelo pélvico y mejora el tratamiento de enfermedades como incontinencia urinaria o patología genitourinaria, evitando en primera instancia la invasión quirúrgica.
 
El especialista David Cabrera ha indicado a EDICIÓN MÉDICA que se trata de un equipo que basa su campo de acción en la tecnología de estimulación electromagnética muscular, lo que induce contracciones supramaximales en los músculos de piso pélvico para reeducar la musculatura de pacientes con incontinencia urinaria, principalmente.
 
De esta manera se puede tratar a hombres y mujeres que han sido diagnosticados con incontinencia urinaria de esfuerzo, de urgencia y mixtas, pero no solo eso, sus usos también están enfocados en la rehabilitación de piso pélvico en patología prostática en hombres, dispareunia (dolor en relaciones sexuales en mujeres) a través de la generación del campo magnético de hasta 2.7 Teslas.
 
Otro aspecto relevante del Robot EMSELLA, es la alta efectividad en la resolución de la patología. Se reporta que hasta el 95 por ciento de pacientes tiene mejoría del cuadro clínico de incontinencia (con mejora de la sintomatología) y más del 70 por ciento consigue una disminución en el uso de compresas.
 
El Robot EMSELLA mejora la calidad de vida del paciente sin contraindicaciones específicas, es más, hay pacientes que evidencian cambios clínicos desde la segunda sesión, ha enfatizado Cabrera.
 
“El impacto de este robot en calidad de vida es muy significativo en los pacientes. Ellos refieren haber mejorado en su confianza individual, así como en la esfera social y en los casos que usaban pañal de adulto, varios inclusive, han dejado de hacerlo. Lo importante es diagnosticar bien al paciente y estadiar el grado, para que la propuesta terapéutica sea más efectiva”, ha destacado.
 
Protocolo de tratamiento
 
Cabrera ha explicado que se analiza la evolución clínica del paciente y si la incontinencia no tiene un carácter o indicación quirúrgica, la persona puede realizarse este tratamiento.
 
El protocolo mínimo de terapias son 8 sesiones, acompañado con tratamiento en gimnasio médico continuo durante 3 semanas, pero el protocolo puede extenderse hasta 15 sesiones con una mejoría superior al 90 por ciento.
 
“En la clínica también trabajamos en el aspecto nutricional (control de peso) del paciente, mejora de Vo2max para que la entrega de oxígeno tisular profunda sea mayor y hábitos de vida saludables como complemento”, ha agregado Christian Benavides, especialista en fisiología deportiva.
 
En este sentido, Cabrera y Benavides han invitado a todos los médicos que hayan diagnosticado patología urinaria de incontinencia, patología prostática y de suelo pélvico ginecológica, que consulten sobre esta nueva tecnología no invasiva y la aprovechen para el bienestar de sus pacientes.
 
“Trabajamos en la referencia con médicos urólogos y ginecólogos especialmente, pero la referencia de otras especialidades es cada vez mayor”, ha asegurado Cabrera.

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