Edición Médica

La intolerancia al gluten puede generar una enfermedad crónica.

Redacción. Quito
La intolerancia al gluten es un proceso sistemático de naturaleza autoinmune que se desarrolla en sujetos con una predisposición genética a la ingesta de esta proteína, puede aparecer a cualquier edad y permanece por toda la vida.
 
El gluten es una proteína presente en algunos cereales como trigo, cebada, centeno, triticale (un híbrido de trigo y centeno), espelta, kamut y, posiblemente, avena. En individuos genéticamente predispuestos, provoca una lesión grave de la mucosa del intestino delgado, que causa atrofia de las vellosidades intestinales, lo que determina una absorción inadecuada de los nutrientes de los alimentos (proteínas, grasas, azúcares, carbohidratos, sales minerales y vitaminas), con el consiguiente efecto clínico y repercusiones funcionales.
 
La intolerancia permanente al gluten causa una enfermedad crónica llamada celiaquía, la cual tiene como único tratamiento, una dieta sin gluten de por vida que debe ser bastante estricta. la adherencia de los pacientes a este tipo de dieta es la clave para un tratamiento exitoso y la prevención de complicaciones adicionales, especialmente, manifestaciones clínicas.
 
Con una dieta prescrita, los pacientes logran la desaparición de los síntomas, la normalización de la serología y la recuperación de las vellosidades intestinales. No obstante, el incumplimiento de la dieta puede generar importantes complicaciones que se manifiestan en forma de osteopenia, osteoporosis y un alto riesgo de neoplasia en el tracto digestivo, especialmente en edad adulta.
 
¿Qué dice la evidencia científica al respecto?
 
Según la nueva investigación “Efectos psicológicos, fisiológicos y físicos del entrenamiento de resistencia y la dieta personalizada en mujeres celíacas”, la cual tuvo los aportes de Daniela Loaiza, docente investigadora de la Universidad Indoamérica, el manejo dietético en enfermedad celíaca puede provocar el desarrollo de trastornos alimentarios.
 
En este estudio se ha evaluado la adherencia a una dieta libre de gluten, así como el riesgo de sufrir un trastorno alimentario, las variables nutricionales en sangre y la composición corporal de pacientes adultos con enfermedad celíaca sometidos a diferentes intervenciones de nutrición y actividad física.
 
Así se ha encontrado que es común observar una deficiencia de algunos nutrientes como hierro, calcio, zinc, fólico ácido, vitamina D y otras vitaminas liposolubles, debido a los procesos de malabsorción inherentes a esta patología en los pacientes. Asimismo, que los trastornos de la conducta alimentaria son más comunes en pacientes con enfermedades crónicas en comparación con personas sanas. En consecuencia, parece que la presencia de los atracones en personas con enfermedades celíacas podría estar relacionada con un exceso de control sobre la comida.

Una vez que los pacientes siguen una dieta libre de gluten, la atrofia intestinal se restaura inicialmente, permitiendo una adecuada absorción de nutrientes. Sin embargo, esto también puede generar que los pacientes celíacos tengan un desequilibrio de dieta en términos de macro y micronutrientes, debido a las malas opciones, en comparación con sujetos sanos, que tenían un mayor consumo de azúcares simples y grasas.
 
¿Cómo influye la actividad física?
 
Si bien existen varios tipos de ejercicios físicos, el entrenamiento de resistencia funciona como un tratamiento de primera línea para contrarrestar deterioro neuromuscular relacionado con la edad, específicamente, resistencia elástica (bandas). Es una alternativa a dispositivos de entrenamiento tradicionales que reducen el riesgo de lesiones y, lo mejor, es accesible y fácil de transportar, manipular y mantener.
 
La resistencia elástica también permite a las personas realizar una variedad de movimientos ergonómicos, aumentar y reducir la resistencia o la carga utilizando empuñaduras más estrechas o más anchas y ajustando la intensidad del entrenamiento basado en la tasa de esfuerzo percibido.
 
Es decir, que este trabajo investigativo ha ayudado a confirmar que las personas celíacas que tienen planificación nutricional personalizada de acuerdo a sus necesidades, logran una mayor adherencia a una dieta libre de gluten en comparación aquellos que no tienen planificación profesional y especializada.
 
Para lograr los objetivos de esta investigación, se han realizado las siguientes mediaciones en mujeres celíacas:  cumplimiento de la dieta sin gluten, trastornos psicológicos de la alimentación, fisiológico (muestras de sangre) y físico (composición corporal).

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