Edición Médica

Participantes de los talleres de elaboración de las metas.

Redacción. Quito
El Ministerio de Salud Pública (MSP) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) han presentado la “Definición de Metas de Impacto para la Política Intersectorial de Prevención del Embarazo en Niñas y Adolescentes (PIPENA) en Ecuador”.
 
El propósito de esta iniciativa conjunta es optimizar el uso de los recursos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) al menor costo, partiendo de evidencias científicas y herramientas cuantitativas probadas para el monitoreo y evaluación de intervenciones en el Ecuador, ha informado el MSP.
 
Con el objetivo de fortalecer las capacidades para la implementación de la PIPENA se ha propuesto la utilización del Modelo de Estimación de Metas de Impacto (MEMI), desarrollado por UNFPA LACRO, como una herramienta de planificación que contribuirá a definir metas cuantitativas que reflejen avances y resultados de la política.
 
El modelo plantea que, asegurar la disponibilidad de métodos anticonceptivos modernos y procesos de educación integral en sexualidad, incide directamente en la reducción del embarazo en adolescentes, por lo tanto, se requiere garantizar la asignación presupuestaria planteada para el logro de las metas en embarazos y abortos evitados, reducción de la mortalidad materna y neonatal, matrimonios infantiles y uniones tempranas evitadas, lo cual contribuye en el descenso de las tasas específicas de fecundidad adolescente a nivel nacional.
 
“Los adolescentes requieren atención en salud y educación integral para que comprendan la importancia de evitar embarazos y acceso a métodos anticonceptivos. Juntos sumamos esfuerzos y priorizamos la implementación de esta política pública para la prevención del embarazo en niñas y adolescentes del Ecuador”, ha dicho Andrea Prado, viceministra de Atención Integral en Salud.
 
Markus Behrend, representante Oficial de UNFPA, ha señalado que el embarazo adolescente se ha convertido en un problema de relevancia que representa un desafío en salud pública. “Estamos trabajando con los gobiernos de la región para alcanzar el objetivo de cero embarazos en niñas y adolescentes, por ello la importancia de abordar la prevención desde un enfoque multisectorial y atención particular a las inequidades en el Ecuador”, ha asegurado.
 
En este contexto, Gina Chiriboga, responsable Nacional del Proyecto para el Abordaje Integral de la Salud Sexual y Salud Reproductiva en Adolescentes, ha indicado los desafíos de la implementación de la PIPENA, como establecer mecanismos de articulación intersectorial; generar y multiplicar espacios de participación para adolescentes; fortalecer la respuesta integral, prioritaria y oportuna de las instancias de justicia en casos de violencia sexual; contar con asignación de recursos para el desarrollo de actividades para prevención del embarazo en niñas y adolescentes.
 
Esta política contribuye a que las y los adolescentes accedan de manera universal a información, educación integral de la sexualidad y servicios de salud sexual y salud reproductiva, para la toma de decisiones libres, responsables y saludables, respetando sus derechos para una vida libre de violencia.
 
Para la definición de las metas, entre el 23 y 24 de septiembre, se han desarrollado dos talleres en los que participaron los equipos técnicos del MSP y Ministerio de Educación para definir escenarios alternativos para la provisión de métodos anticonceptivos modernos y la educación integral de la sexualidad.
 
Los participantes han considerado diferentes escenarios de financiamiento con un enfoque de sostenibilidad al aseguramiento de insumos de salud sexual reproductiva que permita aumentar la cobertura efectiva de planificación familiar.

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