PREVENCIÓN Y DETECCIÓN
'Síndrome de sobrecarga del cuidador' puede afectar la atención al paciente
Hidalgo asegura que el mayor error es olvidar que no se trata la enfermedad sino a una persona con dicha enfermedad
Paula Hidalgo, vicepresidenta de la Asociación Ecuatoriana de Cuidados Paliativos.
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Karla Proaño. Quito
“Nosotros como equipo de salud también somos personas y tenemos cosas fuera que nos afectan”, esta es la reflexión de Paula Hidalgo, vicepresidenta de la Asociación Ecuatoriana de Cuidados Paliativos (Asecup), quien ha abordado el tema de
‘Sobrecarga del cuidador’ en el marco del
IV Congreso Internacional Benito Menini organizado por las Hermanas Hospitalarias.
En el cuidado y tratamiento del paciente con demencia, tanto los profesionales de la salud como los cuidadores
son susceptibles de padecer lo que se conoce como ‘Síndrome del cuidador’. Este se asocia con sentimientos como culpa, estrés, fatiga o cansancio, que pueden llegar a afectar el cuidado que se brinda a los pacientes.
Hidalgo ha resaltado que “los profesionales de la salud pueden
cometer muchos errores involuntarios debido a la carga administrativa, el peso de parte del paciente y el sufrimiento al que estamos expuestos cada día”. El mayor error que ella señala es “olvidarnos de la persona”.
Para esto la vicepresidenta de Asecup ha dado algunas recomendaciones claves que permiten al profesional velar por la
salud emocional de los cuidadores y del paciente: tratar a la persona y no a la enfermedad, observar el contexto de la persona, respetar su autonomía y no generalizar su padecimiento.
El principal mensaje de Hidalgo es “
Humanicemos la salud, veamos a la persona en su contexto y no solo a la enfermedad”, es decir, reconocer que no se está tratando la enfermedad sino a una persona que padece dicha enfermedad.
Por otro lado, también ha analizado la situación del cuidador. Estas personas son aquellas encargadas de dar seguimiento a la enfermedad, por ejemplo, de una persona con demencia. Los cuidadores pueden ser
formales o informales. Los primeros son quienes están vinculados a fundaciones, hospitales, clínicas; mientras que los segundos son familiares o personas cercanas a los pacientes que se han hecho cargo de su cuidado.
“El cuidador sufre de sobrecarga pues siente que debe
tomar decisiones importantes”, y uno de los roles del profesional de la salud, según Hidalgo, es orientar a los cuidadores (en el tratamiento del paciente) e identificar cuando ellos empiezan a sentirse “desbordados”. En estos casos, se debe
recomendar la ayuda a través de grupos de apoyo o redirigirlos con un profesional “para que puedan darse este permiso de cuidarse a sí mismos”.
Hidalgo considera que el
trabajo en equipo entre profesionales de la salud y cuidadores (ya sean formales o informales) es fundamental para aliviar esta sobrecarga.
La vicepresidenta de Asecup ha indicado que “enfermedades como las que estamos tratando no son reversibles. Cuando
el cuidador nos siente ahí y siente nuestro apoyo no está sobrecargado”. El profesional de salud orienta a los cuidadores y, de la misma forma, siente que el tratamiento es reforzado de manera adecuada.