Edición Médica

Daniela Camacho, abogada del estudio jurídico DS Legal Group.

Jonathan Veletanga. Quito
REDACCIÓN MÉDICA continua con el análisis del fallo condenatorio de una médica anestesióloga de un hospital público de Quito, quien por vulneración del deber objetivo de cuidado fue sentenciada (en primera instancia) a 15 meses de pena privativa de libertad, al pago de 376.000 dólares como reparación integral a los padres de la víctima y una multa de 3 salarios básicos unificados.
 
En esta ocasión, la abogada del estudio jurídico DS Legal Group, Daniela Camacho, ha explicado por qué se sentenció solo a la anestesióloga y no se involucró a todos los profesionales que se encontraban en el acto médico.
 
Camacho ha indicado que en un acto quirúrgico las responsabilidades que se deriven en caso de que exista una complicación que motive al paciente a reclamar, están ligadas al rol que tiene cada profesional dentro del equipo médico. Por lo tanto, la responsabilidad penal es personal.
 
Esta reclamación se dio por la vía penal, por lo que, dentro de este campo se investiga a la persona que presuntamente cometió el daño, es decir, se mira la responsabilidad y el rol de cada profesional, ha señalado.
 
Incrementan las reclamaciones
 
Desde la experiencia de DS Legal Group, en Ecuador se están dando reclamaciones por vía administrativa, civil y penal, en contra de profesionales de la salud, tanto del ámbito quirúrgico como clínico. Éstas se han incrementado y se ha visto que la cantidad de demandas y montos de indemnización en contra de los médicos que se desempeñan en el campo quirúrgico son mayores y más fuertes, que las de los clínicos.
 
Sin embargo, “en menos del 2 por ciento de los casos que hemos manejado existe un error médico, el resto de reclamaciones se han dado por falta de un resultado esperado. Esto quiere decir que la percepción del paciente es un motivo suficiente para iniciar un juicio y que el médico tenga que defenderse”, ha enfatizado Camacho.
 
Según la abogada, los principales factores que motivan a los pacientes a realizar reclamaciones en contra de los profesionales de salud son la falta de un resultado esperado (percepción e insatisfacción del paciente), retrasos en el diagnóstico, falta de atención y errores médicos. Por lo tanto, es un “error” que los sanitarios no estén debidamente informados y no tengan plena conciencia de esta realidad.
 
Camacho ha considerado que la mayoría de los profesionales de salud todavía no se percatan de su realidad porque piensan que las reclamaciones son un panorama aún “muy lejano”, cuando ya no es así. Además, desconocen las normativas que rigen su profesión y, sobre todo, que los pacientes tienen varias vías para realizar su reclamación.
 
Por este motivo, ha recomendado a los galenos “no confiarse”, sino más bien informarse, capacitarse, tomar conciencia de esta realidad y conocer las soluciones que se están planteando para acompañar su profesión.

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