¿Cómo está la salud mental de los profesionales sanitarios ecuatorianos?
La salud mental de la población en general empeorará y también los sanitarios
Andrés Peralta, Rommel Artieda y Rocío Ramírez.
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Cristina Coello. Quito,
Para ser directos, la salud mental del personal sanitario está muy afectado y se ha podido identificar los últimos meses
síntomas relacionados a la depresión, problemas de sueño y ansiedad, principalmente. Pero este aspecto ya atravesaba una situación difícil y “estaba al límite” antes de la pandemia.
Así lo han considerado varios expertos consultados por EDICIÓN MÉDICA, que también han coincidido en que la
pandemia de la CoVID19 agudizó la situación y ha sido un buen pretexto para desnudar un aspecto poco discutido entre los profesionales sanitarios, como es su propia salud mental.
Particularmente ahora, los profesionales sanitarios “están siendo expuestos constantemente a
la cara más dramática de esta epidemia: la muerte y el sufrimiento en condiciones desoladoras”, ha enfatizado
Rocío Ramírez, docente investigadora de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL).
Además “nada se compara a lo que ha pasado de marzo hasta ahora”. Los trabajadores sanitarios no solo han debido afrontar un contexto de conmoción social por el virus, sino “también una sensación de inestabilidad e inseguridad laboral, sobre todo en el sector público”, ha
añadido Andrés Peralta, investigador en Salud Pública y Epidemiología.
Por su parte,
Rommel Artieda, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Psiquiatría, ha destacado que los últimos años “el concepto de salud mental se amplió”, ya no es solo la atención enfocada a pacientes con problemas mentales severos, sino que ahora ya se la entiende una rama de la salud que puede ayudar a la sociedad en general.
Artieda ha estimado que ahora las ciencias de la Psiquiatría y Psicología han logrado demostrar que “
un pueblo sin salud mental no tiene las garantías de progreso y de desarrollo”, lo cual se ha demostrado con esta pandemia que “no solo afecta el organismo sino la psiquis”, ha señalado.
El especialista ha recalcado que ahora el mundo vive en incertidumbre y aquello origina ansiedad y miedo del futuro inmediato. A eso se suma el problema socioeconómico, lo cual afecta directamente la salud mental, por lo tanto,
la salud física.
Estrés laboral crónico en profesionales sanitarios
Varias investigaciones y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han reportado que la población en general es más proclive a desarrollar
malestar psicológico por el confinamiento que ha generado la pandemia.
Se reportan problemáticas en salud mental como
crisis de ansiedad, trastornos depresivos, intentos suicidas, la situación de violencia social, consumo de sustancias, etc.
Pero en los
profesionales sanitarios de primera línea principalmente, “se ha evidenciado la presencia de
estrés laboral crónico (burnout). Por lo tanto, es una responsabilidad del estado el implementar políticas dirigidas a dar una respuesta a las necesidades de salud mental”, ha recalcado Ramírez.
En ese sentido, Peralta ha puesto de ejemplo la ciudad de Quito, que concentra algunas de las unidades hospitalarias más grandes del país y que “por meses ha tenido una
ocupación del 100 por ciento de las unidades de cuidados intensivos (UCI). Eso implica que las jornadas laborales también han sido intensas”.
A eso hay que añadir la constante “exposición a vivencias traumáticas” como la muerte de mucha gente o la gran cantidad de pacientes graves. Eso hace prever que a corto o mediano plazo se identifique
estrés postraumático en los profesionales de la salud, ha advertido el investigador.
Y han sido precisamente las difíciles circunstancias vividas los últimos meses, las que han demostrado la necesidad de una
mayor y mejor atención en el ámbito de la salud mental a los profesionales de la salud.
Artieda ha considerado que quienes atienden la pandemia “tienen más riesgo que la población en general de ser
afectados física y emocionalmente. Los médicos también son presa del temor, la ansiedad y el miedo y merecen planes especiales de atención para que no exista
deserción, trastornos mentales o condutas autodestructiva como el suicidio, que ha ocurrido en otros lugares”, ha advertido.
La investigadora de la UTPL también ha recalcado que la salud mental “es un apartado fundamental de una persona” y en el caso de los profesionales de la salud están muy expuestos al “agotamiento emocional extremo, considerando
que los entornos hospitalarios son cada vez más complejos".
Por tal motivo, "considero que es de suma importancia que los profesionales de salud
reciban el apoyo psicológico con el objetivo minimizar los daños que puede ocasionar el malestar emocional y se promuevan espacios de asistencia durante la promoción de la salud”, ha considerado Ramírez.
También ha advertido que si un profesional no recibe la atención necesaria puede llegar a desarrollar un agotamiento mental que puede
influir en la calidad de atención y tratamiento a los pacientes.
Actualmente existe una mayor demanda de los servicios de salud mental y “
es un desafío dar respuesta de forma inmediata” a una mayoría. Sin embargo, el gobierno y las instituciones de salud específicamente “tienen que brindar estrategias que generen un espacio para que los profesionales sanitarios puedan obtener una buena salud mental”, ha insistido Ramírez.
Un estudio local
Para identificar los problemas específicos y sobre todo la asistencia que algunos profesionales de la salud requieren, primero es necesario tener
datos específicos. Y en eso se han puesto varios investigadores ecuatorianos, entre ellos Andrés Peralta que forma parte de un equipo
que analizará la situación en varios países de América, Europa, Asia y África.
Ahora mismo se recolectan datos en Brasil, Argentina, Bolivia, Chile Guatemala, México, Perú, Puerto Rico y Venezuela. Mientras Ecuador, Colombia y Uruguay están próximos a iniciar
un estudio sobre la situación de la salud mental de los profesionales de la salud durante y después de la pandemia.
En el país el estudio se aplicará en
18 centros hospitalarios y 18 centros de atención primaria para conocer el impacto que ha tenido la pandemia en la salud mental de los profesionales de la salud.
Recomendaciones de autocuidado
La OPS ha elaborado una
breve guía de autocuidado y recomendaciones dirigido a los profesionales de la salud para mantener su bienestar psicosocial.
Entre las que más se destacan está: cuidar sus necesidades básicas, descansar, mantener el contacto con sus colegas, limitar la exposición a los medios de comunicación,
auto observar sus emociones, conformar grupos de ayuda y mantenerse en contacto con sus seres queridos.
(
Aquí la guía completa).
Una mesa redonda sobre la prevención de la conducta suicida
La Escuela de Psicología de la Universidad de las Américas (UDLA) organiza una mesa redonda que busca la
prevención, abordaje del suicidio y cultivar una salud mental integral.
Este
evento virtual gratuito y abierto se realizará el
16 de octubre de 10:00 a 12:00 y está dirigido a la población en general, así como a profesionales sanitarios.
Para participar se requiere
una inscripción en: https://bit.ly/2Gd7EGu