EVALUCIÓN TÉCNICA
¿Cómo garantizar que los medicamentos cumplan criterios de seguridad hacia el paciente?
Existe un alto porcentaje de uso 'off label', principalmente de oncológicos
Lunes, 24 de septiembre de 2018, a las 17:04
Mariano Madurga, Rodrígo Henríquez, Enrique Terán (moderador), Belén Mena y Ricardo Tixi.
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Cristina Coello. Quito
En el marco de las primeras
Jornadas de Farmacovigilancia y Seguridad del Paciente, organizada por la Sociedad Ecuatoriana de Medicamentos, se ha enfatizado en la necesidad de concientizar sobre algunos criterios que garanticen calidad, seguridad y eficacia de las formas farmacéuticas, así como su
uso correcto y monitoreo.
Belén Mena, miembro de la Comisión Nacional de Medicamentos e Insumos (CONAMEI), ha señalado que “en teoría” deberían seleccionarse
medicamentos considerados esenciales para utilizarlos en el Cuadro Nacional.
No obstante, ha recordado que la misma Constitución del Ecuador “garantiza el acceso gratuito a todos, todo el tiempo y todo tipo (de medicamentos). El país es único en el mundo” en este tipo de derechos, pero, según la experta, eso
no es sostenible y puede quebrar el sistema de salud público.
“Nos encantaría tener tecnologías sanitarias seguras, eficaces y costo-eficientes. Sin embargo, tenemos muchos problemas en la
definición de costo eficiencia porque no es un elemento que podamos incluir al momento de seleccionar un medicamento como ocurre en países del primer mundo. En Europa se han dado cuenta que no es posible hacer lo que nuestro país está haciendo.
Ecuador actualmente está cubriendo cosas que el Reino Unido no lo hace”, ha mencionado en el foro.
El cuadro básico de medicamentos ecuatoriano “tiene más principios activos que los propuestos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, desde la novena edición, el capítulo 4 tiene un
grupo de medicamentos para una indicación específica”.
No obstante, la funcionaria ha advertido
que cerca del 50 por ciento de medicamentos oncológicos, utilizados en el sistema púbico, son empleados ‘off label’ (uso fuera de indicación).
También ha asegurado que no existe ninguna garantía de que un medicamento del cuadro sea bien utilizado,
ni se monitorice su utilización.
El manual de uso
Mariano Madurga, ex coordinador del Sistema Español de Farmacovigilancia ha recordado que en su país la Ley autoriza el uso de aquellos medicamentos que cumplan
cinco características: calidad, seguridad, eficacia, identificación unívoca y las instrucciones para su uso racional.
De allí que ha preguntado si los
médicos ecuatorianos tienen un instructivo de cómo manejar un determinado medicamento, pues ese documento detalla los usos autorizados y se evitaría la aplicación en otras patologías.
“¿
Qué texto de referencia utilizan ustedes para manejar una indicación que no está autorizada? ¿Cómo son las
políticas de uso racional del medicamento? ¿Qué texto de referencia utilizan para establecer si es racional o no el uso? Todo eso debe estar en el instructivo con el cual se ha autorizado el medicamento”, ha detallado Madurga.
Con ello, el experto ha exhibido que
el país no dispone de un instructivo. “El cuadro básico también debería tener ese instructivo. Yo he revisado el registro oficial donde se autoriza la adquisición de medicamentos fuera del cuadro y en ninguna parte se habla de las
condiciones autorizadas según el documento de referencia. Entonces hay tarea por hacer”, ha considerado.
Ricardo Tixi, del Hospital de la Policía, ha recordado que poco a poco
han aparecido nuevas indicaciones de uso para varios medicamentos, principalmente oncológicos. Pero ha dejado claro que cada médico es responsable de utilizarlo en la indicación establecida.
¿Qué se considera justo?
Rodrigo Henríquez, docente e investigador de la Universidad de las Américas (UDLA), ha señalado que, al hablar de priorizar y racionalizar, “estamos hablando de
racionar, y eso significa
aprender a decir no”.
“
Ningún país va a ser capaz de dar todo, a todos y por lo tanto uno de los criterios es racionar de una forma en la que la sociedad perciba que es justo. Y allí entramos en una gran disyuntiva: determinar qué es justo y qué no. Esto termina siendo una
construcción social que todos tenemos que legitimar y allí hay que trabajar”, ha explicado.
En tecnologías como los medicamentos “es esencial el tratar de
hacer un racionamiento basado en criterios o atributos de valor y allí tenemos que ponernos de acuerdo”, ha añadido Henríquez.
“Tenemos que sentarnos los diferentes actores
a definir cuáles van a ser nuestros marcos de valor para evaluar tecnologías y priorizarlas y mientras más participativo y abierto sea más legitimo será”, ha propuesto el docente.