RECOMENDACIONES DE UN EXPERTO
¿Cómo mejorar el diagnóstico de la hipertensión arterial pulmonar en la actual pandemia?
Todavía representa un desafío para la comunidad médico y los sistemas de salud
Mauricio Ariel Orozco Levi, Hospital Internacional de Colombia.
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Jonathan Veletanga. Quito
La Hipertensión Arterial Pulmonar (HAP) es una
enfermedad rara, silenciosa y de baja prevalencia, su pronóstico puede ser fatal si no se la detecta oportunamente. Su diagnóstico todavía es un desafío para la comunidad médica y los sistemas de salud, por ello en medio de la pandemia por CoVID19 hay que poner mayor atención a esta patología, que responde muy bien a medicamentos específicos mejorando notablemente el pronóstico de los pacientes.
En diálogo con EDICIÓN MÉDICA,
Mauricio Ariel Orozco Levi, jefe del servicio de Neumología de la Fundación Cardiovascular y Hospital Internacional de Colombia, ha explicado que la HAP al ser una enfermedad poco frecuente es difícil de diagnosticar. A los médicos exige una
familiarización de la misma y un entrenamiento con pruebas específicas como el ecocardiograma, cateterismo pulmonar, hemodinámica pulmonar invasiva, pruebas de ejercicio pulmonar y pruebas de estadificación de riesgo y mortalidad.
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Esto dificulta no solo el diagnóstico sino también el manejo, y de esto depende el pronóstico de los pacientes”, ha dicho.
Por este motivo, para incrementar la probabilidad de detección del HAP el especialista en Neumología ha recomendado
poner mucha atención a los grupos de riesgo, es decir, persona con enfermedades autoinmunes, enfermedades cardiacas congénitas, EPOC, con insuficiencia cardíaca, y cardiopatía isquémica.
“En estos pacientes la buscamos con especial énfasis. No esperamos a que aparezcan los síntomas porque cuando un paciente con HAP presenta síntomas (dificultad para respirar, edemas, hinchazón de los pies, congestión abdominal y hepática, sincope, entre otros) hemos llegado muy tarde”. En promedio pasan
un periodo de entre 2 y3 años antes de diagnosticar los síntomas y por ende la enfermedad, ha enfatizado.
Asimismo, ha sugerido ahondar para encontrar la causa de la enfermedad, pues solo así se podrá definir el tratamiento ideal que ofrezca beneficios y que no empeore el pronóstico de los pacientes. “
Hay que estar atentos a los síntomas específicos” como la dificultad respiratoria, sensación de mareo, desmayos, edemas, dolor torácico y, sobre todo, el cansancio extremo al practicar ejercicio o ante situaciones cotidianas como subir escaleras, caminar distancias cortas o simplemente al vestirse.
“Todo paciente con disnea ante esfuerzos que no deberían producirlo, es una personas que
potencialmente tienen HAP”, ha sostenido el galeno.
En este sentido, también ha resaltado que una de las principales causas de hipertensión pulmonar está
relacionada con fármacos anorexígenos, es decir, para bajar de peso y quitar el apetito, en especial con la sibutramina.
Orozco ha manifestado que mientras más temprano se identifiquen los síntomas y la enfermedad, mejor será el pronóstico del paciente. Por este motivo ha resaltado en la importancia de no confundir la HAP con otras enfermedades como el asma, bronquitis crónica, neumonía y estados de estrés, que también generan síntomas parecidos; y en
apoyarse en el ecocardiograma para su diagnóstico.
Por último, ha indicado que la HAP
en la actualidad no tiene cura, pero si existen una serie de tratamientos que ayudan a detener su progresión y que darán una mejor calidad de vida al paciente. Ecuador disponen de muchos de estos: desde medicamentos de administración oral hasta aquellos que se deben administrar a través de una bomba de infusión continúa conectada a un catéter central.
Orozco ha hecho
un llamado a la comunidad médica y a la ciudadanía en general para que se concientice acerca de esta enfermedad. La educación es la piedra angular para mejorar su diagnóstico.