ESCENARIO Y ACTORES
¿Medicina, una profesión de riesgo en Ecuador?
El COIP marcó un antes y un después en el ejercicio profesional de los médicos
Iván Cevallos, vicepresidente subrogante del Colegio Médico de Pichincha.
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Jonathan Veletanga. Quito
En Ecuador la Medicina se ha convertido en una profesión de riesgo porque tenemos una ley, que desde su aprobación, ha dejado abierta la puerta para la judicialización, es decir cada acto médico puede estar sujeto a enfrentar una demanda, ha dicho a REDACCIÓN MÉDICA Iván Cevallos, vicepresidente subrogante del Colegio Médico de Pichincha.
Ha señalado que el médico es el único profesional que todos los días enfrenta una alta probabilidad de que un paciente presente algún tipo de complicación. Sin embrago hay que entender, principalmente la sociedad, que no toda consecuencia negativa de una atención de la salud es una acción culposa a lo dolosa.
“La Medicina no es una ciencia exacta y las enfermedades son fenómenos impredecibles, por lo que el médico no tiene injerencia directa en las complicaciones”, ha dicho Cevallos.
En este contexto, para el vicepresidente el Código Orgánico Integral Penal (COIP) ha marcado un antes y un después en el ejercicio de la Medicina en el país, “ya que esta ley no solo ha cambiado al profesional de la salud sino también al paciente y a la sociedad en general”.
De acuerdo a su explicación, actualmente “la sociedad tiene desconfianza del médico y buscan cosas para ver donde se equivocó el profesional de la salud porque algunos piensan que los sanitarios ponen en riesgo la salud y vida de las personas”.
Por otro lado, los pacientes son actores que no buscan oportunamente la atención del médico sino que están a la expectativa de un error para empezar una demanda. Esto se da principalmente en el sector público, donde la consulta es tardía y el tiempo de atención limitado, comentó.
En cambio, en el ámbito profesional, los galenos han empezado a ejercer una Medicina defensiva, es decir agotar todos los recursos de complemento para llegar casi al 100 por ciento de una certeza demostrable de un diagnóstico clínico.
“Esta práctica incrementa el tiempo de diagnóstico y aumenta el riesgo de las enfermedades”, sostenido Cevallos, quien ha puntualizó que “la ley en vez de favorecer la atención oportuna y acertada se está favoreciendo la demora y la dilatación de los servicios de salud, porque se ha roto la relación entre paciente y médico”.
Los médicos apoyamos que ciertas prácticas debe ser sancionadas, por lo que debe existir una ley justa y equitativa para los derechos de los pacientes y de los profesionales que ejercen la Medicina, que entienda que no todos los errores sanitarios dependen del médico, dijo Cevallos.
Detalló que la ley debe contener los argumentos técnicos para que los jueces entiendan lo que están enfrentado, y para que los pacientes conozcan hasta donde van sus derechos en una reclamación penal y sobre todo para que las instituciones de salud privilegien la calidad y la integridad de los pacientes.
Tanto el paciente como el estado y los médicos tienen responsabilidades para ejercer una Medicina sin tensiones, de manera ética y privilegiando la atención e calidad, ha concluido Cevallos.