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¿Por qué es importante seguir vacunándonos contra COVID-19?
La vacuna contra COVID-19 es estacional en Ecuador
Jueves, 05 de diciembre de 2024, a las 16:35
Cristina Jcome, directora nacional de Inmunizaciones del MSP; Pal Crdenas, investigador del Instituto de Microbiologa de la USFQ.

Cristina Jácome, directora nacional de Inmunizaciones del MSP; Paúl Cárdenas, investigador del Instituto de Microbiología de la USFQ.


Jonathan Veletanga. Quito
A pesar de que ya no acapara las primeras páginas de noticias en el país y que la población en general perdió la percepción de riesgo, el vacunar contra la COVID-19 sigue siendo una prioridad importante de salud pública, por ello el Ministerio de Salud Pública (MSP) incorporó este biológico en el Programa Nacional de Inmunizaciones.
 
De esta manera, la vacuna contra COVID-19 pasó a ser estacional, es decir, se vacunará una sola vez en el año en un periodo determinado a grupos prioritarios, ha explicado Cristina Jácome, directora nacional de Inmunizaciones del MSP, en entrevista con EDICIÓN MÉDICA.
 
En este 2024, la primera campaña de vacunación estacional se realizó entre los meses de mayo y septiembre. En total se aplicaron 250.000 dosis a las poblaciones más vulnerables y grupos estratégicos, como menores de 3 años, niños hasta los 11 años, mujeres embarazadas, personas con enfermedades crónicas, personas con discapacidad y sus cuidadores, adultos mayores, personal de salud, policías, militares, bomberos y personal que trabaja en puertos y aeropuertos.
 
La acogida fue muy buena, de hecho “se nos acabaron las vacunas antes de la fecha de finalización de la campaña, prevista”, ha asegurado la funcionaria, quien espera que la campaña del próximo año sea tan exitosa como esta. 
 
El MSP ya ha gestionado un nuevo lote de 250.000 dosis para la siguiente intervención en 2025, el cual se prevé llegará para los meses de enero o febrero. “Hemos pedido que siempre sea la vacuna más actualizada”, ha anticipado.
 
Pero, ¿por qué tenemos que seguir vacunándonos contra la COVID-19 de manera periódica? La evidencia científica da una respuesta clara: porque ayuda a prevenir el desarrollo de la enfermedad grave, así como a reducir el riesgo de las manifestaciones del Covid Prolongado o Long COVID, una condición por la cual las personas experimentan una variedad de síntomas persistentes, como debilidad y fatiga crónica, dificultad respiratoria, dolores musculares y articulares persistentes, problemas cardiacos, problemas neurológicos (relacionados con el sueño y memoria), entre los principales, ha señalado Paúl Cárdenas, investigador del Instituto de Microbiología de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).
 
Muchos de estos problemas pueden durar años e incluso ser discapacitantes en algunos casos; adicional, se ha visto diferencias entre las personas vacunadas y no vacunadas. Por estas características se puede afirmar que esta enfermedad está relacionada con el método de infección y, por ello, la necesidad de concientizar sobre la existencia de esta patología y que la vacunación es una herramienta muy útil para la protección.
 
Sin embargo, en el país aún no se considera en su total magnitud esta variedad de problemas porque “no tenemos un buen registro, ni unas buenas guías para el diagnóstico y para caracterizar obviamente a estos pacientes”. Entonces, sería importante que en este momento las autoridades se enfoquen en estos aspectos para no tener un subregistro o supraregistro, ha precisado el investigador.
 
Ante este panorama, Cárdenas ha indicado que junto a varios colegas están realizando una investigación sobre Covid Prolongado en pacientes ecuatorianos con más de un año de seguimiento para conocer cuál es su efecto a mediano y largo plazo a nivel inmunológico. Todavía se están procesando las muestras a nivel molecular.
 
En este sentido, ambos entrevistados han coincidido que vacunarse actualmente significa preocuparse tanto por la infección grave de la COVID-19, como por sus efectos a largo plazo.
 
COVID-19 sigue siendo una enfermedad con una mortalidad alta, sobre todo en personas con comorbilidad o de la tercera edad, de manera que no se puede pensar simplemente en que ya pasó lo peor de la pandemia y que ya no se necesita la vacunación. La comunidad médica debe continuar recomendado la inmunización, cada que haya una campaña.
 
Hay que pensar en estas secuelas como una buena razón para promover la vacunación”, que en términos de salud pública tiene múltiples beneficios para la salud comunitaria, ha destacado Cárdenas, quien ha sostenido que las vacunas contra COVID-19 han demostrado ser seguras y eficaces. Por ende, ha invitado a combatir la desinformación que existe entorno a este tema.



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