Edición Médica

Karina Obregón, Andrea Abad, Isaac Martínez, Doménica Palacios e Ivon Analuisa, estudiantes de la UCE.

Jonathan Veletanga. Quito
A causa de que hace un año hubo un terremoto en el país y que las personas estaban poco preparadas para afrontarlo, seis estudiantes de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Central del Ecuador (UCE) han realizado un proyecto denominado “Conocimientos, aptitudes y prácticas de estudiantes de Medicina ante catástrofes naturales”, con el fin de conocer qué tan preparados se encuentran los estudiantes de Ciencias de la Salud en esta temática.
 
Para esto, un total de 464 estudiantes de todos los niveles de la Facultad de Ciencias Médicas de la UCE fueron encuestados sobre conocimientos de prevención de desastres; aptitudes que tienen ante la prevención y prácticas que realizan diariamente en cuanto a prevención.
 
Andrea Abad, coautora del proyecto y presidenta de la Asociación Científica de Estudiantes de Medicina de la UCE (Asocem Uce), ha comentado a REDEDACCIÓN MÉDICA que los resultados obtenidos que más llaman la atención son que el 74,1 por cientos de los encuestados no se sienten preparados para afrontar una catástrofe y que solo el 5 por ciento se ha capacitado y se siente preparado.
 
Además, que a pesar de que un 84 por ciento de los estudiantes afirmó conocer qué debe contener la mochila de emergencia, solo un 36 por ciento aseguró haberla hecho. Asimismo, solo el 34 por ciento de los estudiantes sabe de los planes de evacuación y que existe un gran desconocimiento de las gestiones gubernamentales en las catástrofes, por ejemplo, el 63.6 por ciento no sabe cuáles son las labores de la Secretaria de Gestión de Riesgos en los desastres.
 
También se encuestó sobre lo que hicieron los estudiantes en el terremoto del 16 de abril de 2016, y se encontró que un 11 por ciento de las personas tomaron una actitud riesgosa; un 15 por ciento declaró no haber realizado ninguna actitud ante la catástrofe, y que al parecer la mayoría sí se protegió de la forma adecuada.
 
“A raíz del desastre del terremoto debió haberse desatado una campaña de educación y preparación permanente en las universidades, escuelas, hospitales y todos los sectores. Sin embargo, estos resultados muestran que la gente no se ha capacitado en este tema y tampoco estaría preparada si es que volviera a suceder”, ha dicho Abad.
 
 
En este sentido, ha manifestado que, si bien este grupo de estudio es pequeño, la situación encontrada podría ser similar a la de otros sectores si se aplicara la encuesta. Por lo que, el desafío es ampliar este proyecto piloto a más universidades, así como a hospitales, escuelas y entidades públicas y privadas.
 
“Para tener un diagnóstico más grande y saber cuánto sabemos y cuánto necesitamos para tener un buen nivel de preparación ante catástrofes, es necesario ampliar este proyecto a todos los sectores. Además, para mejorar los conocimientos es importante implementar programas de educación y capacitación permanente para toda la sociedad”, ha concluido Abad. 

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