¿Son comunes las deficiencias metodológicas y éticas en protocolos de investigación?
¿El MSP está matando la investigación sobre CoVID19 en el Ecuador?
Iván Dueñas e Iván Chérrez, investigadores.
|
Cristina Coello. Quito
La pandemia de COVID-19 ha evidenciado alrededor del mundo la importancia de la inversión en investigación científica, no solo para esa enfermedad sino también en otros problemas. Siempre se busca contribuir a formular
estrategias y políticas que mejoren la salud de un país.
Y precisamente esta pandemia
también fue la chispa de motivación que muchos investigadores locales necesitaban para impulsar proyectos de importantes, tras enfrentar años de desaires principalmente por parte de la autoridad sanitaria.
Apenas se confirmaban los primeros casos del nuevo virus en el país varios investigadores, apoyados por las instituciones sanitarias o de educación superiores a las que pertenecen, iniciaron sus estudios. Pero el Ministerio de Salud Pública (MSP) también expidió un
reglamento para normar esa actividad (Acuerdo No. 00003 – 2020, del 16 de abril de 2020).
En un principio se pensó que este reglamento
agilizaría la tramitología y la realización de investigaciones, pero no pasó mucho para que los interesados nuevamente encuentren tropiezos, ha comentado
Iván Sisa, presidente del del Comité de Ética de Investigación en Seres Humanos (CEISH) de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).
El nuevo reglamento
creó un ‘Comité Ad Hoc para la Revisión Acelerada de Investigaciones de CoVID19’ que debía entregar en un plazo de 5 días una respuesta a los protocolos presentados.
Ese plazo nunca se cumplió y tampoco hay evidencia de que alguna publicación científica realizada en el país tenga la aprobación de ese comité, según un estudio dirigido por Sisa.
Iván Chérrez, especialista en Inmunología, docente e investigador de la Universidad Espíritu Santo (UEES) de Guayaquil, en entrevista con EDICIÓN MÉDICA, considera que se perdió la oportunidad de realizar investigaciones importantes debido a la respuesta negativa de ese ‘Comité Ad Hoc’.
“Con todo lo que pasaba en el país (el avance del COVID19) había para escribir o
recolectar muchísima data. Era la oportunidad y el mundo esperaba información. Los estudios son importantes y por eso se debe prestar facilidad a los investigadores, tomando en cuenta la rapidez con que se los debe realizar”, ha comentado Chérrez.
Por ello, el investigador estimaba necesaria la colaboración de las autoridades sanitarias para que los estudios relacionados al nuevo coronavirus se realicen “con prontitud”. Sin embargo, el Acuerdo 003 pasó a ser un obstáculo, principalmente por la
demora en la respuesta y por dar una sola oportunidad para realizar alguna corrección.
“Era buena la intención de revisar en 5 días (los protocolos), pero tuvieron muchas solicitudes y ese tiempo se alargó demasiado. Nosotros quisimos realizar un estudio retrospectivo
en junio, pero recibimos el rechazo final en diciembre. Para nosotros se perdió y se sigue perdiendo el momento”, ha considerado Chérrez.
Para el investigador guayaquileño “si seguimos así probablemente
en otros países se haga la investigación que aquí no se hizo y el Ecuador sigue quedando rezagado en investigación”.
Investigadores desconocen la normativa
Por otra parte,
Iván Dueñas, ex miembro del ‘Comité Ad Hoc’ creado por el MSP, además de docente investigador de la Universidad Católica (PUCE), ha sido muy enfático en señalar a EDICIÓN MÉDICA que hay “serias deficiencias metodológicas y éticas” en la presentación de algunos protocolos.
“Inclusive había falta de entendimiento de lo que es la investigación científica y un problema de comprensión al momento de articular las diferentes partes de los protocolos”. En promedio 7 de cada 10 protocolos presentados presentaban falencias importantes, ha asegurado.
Por ello, Dueñas ha opinado que la investigación publicada en la revista ‘Developing World Bioethics’ sobre la labor del Comité Ad Hoc “
no debe ser considerado como un insumo para sacar conclusiones”, porque para él carece de rigor metodológico, desconocen las
políticas de investigación en salud y los autores “no expresan sus conflictos de interés, tales como pertenecer a comités de ética en seres humanos y por lo tanto eso reduciría la objetivad al momento de publicar las conclusiones”, ha dicho.
Sin embargo, Chérrez asegura que “lo de
deficiencias a veces es cuestión de terminología, están buscando la coma y el punto. Así no es, hay que ver la esencia del proyecto, cómo está diseñado. Debe haber quien no lo diseñe bien, pero los que nos dedicamos a esto, lo conocemos. Además, hay cosas que se pueden corregir y no solo dar una oportunidad para rectificar”, ha criticado.
Dueñas ha insistido en que el Comité Al Hoc fue una recomendación de la Organización Mundial /Panamericana de la Salud (OMS/OPS) “para normar con claridad los aspectos bioéticos y metodológicos de los proyectos de investigación en COVID, especialmente porque ya se ha dado
en otras crisis sanitarias investigaciones mal planteadas y poco éticas”.
Si bien ha admitido que no se daba respuesta en cinco días como estipulaba la norma, también se podía identificar que los grupos de investigación “
no se asesoraban apropiadamente con epidemiólogos, ni de conocedores de bioética”, ha añadido.
Él reitera que algunos investigadores “
no tienen un apropiado conocimiento metodológico, y esto muy triste porque estamos hablando de connotados profesionales que tienen interesantes proyectos, pero a la hora de justificar detalles importantes, desde la perspectiva de la bioética, no lo hacen de manera apropiada”.
También recordó que los miembros de ese comité
trabajan ‘Ad honorem’ y por lo tanto debían cumplir con su jornada laboral y también la revisión de los protocolos. “Era una importante carga que pudo causar las demoras”, ha considerado Dueñas, quien dejó en noviembre del 2020 el comité.
En definitiva, para Dueñas es importante que los investigadores
conozcan mejor la normativa y los aspectos metodológicos para presentar protocolos de investigación, “de lo contrario surgen incongruencias” ha dicho.
También ha recordado que las investigaciones que requieren aprobación del Comité Ad Hoc son aquellas que se “centran en generar conocimiento directo en temas de COVID, y que recogen muestras biológicas o información confidencial. Por lo tanto,
todas las otras investigaciones pueden pasar por otros comités”.
Finalmente, ha admitido que “
no existe un flujo claro para comunicar" mensajes importantes en salud y "para difundir las normativas desde el MSP, siendo una de las funciones principales de la Salud Pública”, por tanto es un aspecto “lamentable” que debe ser urgentemente resuelto, más aún durante la crisis sanitaria.
Nota
EDICIÓN MÉDICA ha solicitado al MSP información sobre cuántos estudios han recibido por filiación de institución (público versus privada), cuántos días en promedio se ha tardado en emitir las cartas de autorización, cuántos proyectos se han negado y cuáles son las razones principales, cuántos cursos han dado a los investigadores para
socializar la normativa, entre otras preguntas. Sin embargo, hasta el cierra de esta edición no hemos recibido ninguna respuesta.