Edición Médica

Víctor Álvarez, Federación Médica Ecuatoriana.

Diego Mosquera. Quito
Según información del Ministerio de Salud Pública del Ecuador (MSP), se tiene programado abrir 3.127 plazas en todo el país para que los médicos realicen el año de Salud Rural, requisito obligatorio para ejercer su profesión.

El 5 de septiembre de 2015 el MSP abrió la convocatoria nacional a todos los profesionales: médicos, enfermeras, odontólogos y obstetrices con título de tercer nivel, a inscribirse en el sorteo para el año de salud rural y servicio social para el periodo febrero 2016 - enero 2017.

En la información del MSP se detalla que la distribución para cada especialidad se realizará de la siguiente manera: 927 para enfermeras, 1741 médicos,  49 obstetrices y 410 para odontólogos.

La normativa actual contempla la categorización de los médicos que tengan situaciones particulares al momento de escoger una plaza. Esta división se realiza para ayudar a aquellos que no puedan movilizarse tan lejos.

En este sentido la primera prioridad la tienen los profesionales de la salud que presenten enfermedad o alguna discapacidad, en segundo lugar están las mujeres embarazadas y  en tercero los profesionales a cargo de niños/as menores de dos años a 5 años.

Además, en las siguientes prioridades se tiene en cuenta a los mejores egresados, recién casados y a los que no se presentaron.

Panorama y recomendaciones

Víctor Álvarez, vicepresidente de la Federación Médica Ecuatoriana ha manifestado a REDACCIÓN MÉDICA que uno de los principales desafíos de un médico que está haciendo el servicio rural es enfrentarse cara a cara con un paciente y no tener los recursos para hacer su trabajo, “el problema es que la mayoría de los médicos vienen aplicando sus conocimientos en hospitales con casi todos los implementos disponibles. Cuando estás en el campo muchas veces no tienes los implementos que necesitas ahí es donde te toca improvisar”, ha añadido.

Ante este panorama, Álvarez recomienda que los médicos “no traten de hacer más de lo que saben hacer” y puntualiza que si no se logra diagnosticar o ayudar adecuadamente a un persona se use la herramienta de la ‘referencia’ que consiste en enviar al paciente a un hospital o centro de salud de segundo o tercer nivel.

“Hay que tener en cuenta que la mayoría de centros rurales no cuentan con una infraestructura básica en lo que se refiere a apoyo diagnóstico, medicamentos y laboratorio” ha añadido.

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