ESTUDIO EN SAN LORENZO
7 de cada 10 niños de zonas rurales están infectados con parasitosis intestinales
Un análisis en sangre busca identificar los parásitos con precisión
Ángel Guevara, docente investigador del Inbiomed.
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Cristina Coello. Quito
Luego de más de 30 años de trabajo en
zonas rurales de la provincia de Esmeraldas, a varios investigadores de la Universidad Central (UCE) y organizaciones internacionales y comunitarias les preocupa la recurrente y
elevada prevalencia de parasitosis intestinales en niños en edad escolar.
Por ello, con el auspicio del
IRCCS (Istituto di Ricovero e Cura a Carattere Scientifico) del Hospital Sacro Cuore Don Calabria en Negrar, Italia, el
Centro de Epidemiología Comunitaria y Medicina Tropical (Cecomet) en Esmeraldas, y el Instituto de Investigación en Biomedicina (Inbiomed) de la
Universidad Central del Ecuador (UCE), se ejecuta un “análisis de precisión de
ensayos de laboratorio para diagnóstico de Strongyloidiasis humana en niños en edad escolar básica elemental de áreas endémicas en parroquias del cantón San Lorenzo, provincia de Esmeraldas, Ecuador”.
Ángel Guevara, del Inbiomed y uno de los directores del estudio ha comentado en entrevista con EDICIÓN MÉDICA que, según los resultados preliminares, en general
7 de cada 10 niños están infectados con parásitos intestinales y es muy probable que esto ocurra en otras zonas rurales del Ecuador.
En un ensayo piloto se han analizado por una sola vez un total de 363 muestras fecales de niños y 231, es decir el 63.6 por ciento de ellas, fueron
positivas para diferentes tipos de parásitos intestinales.
Ente los parásitos identificados están los protozoarios Giardia lamblia 28 (7.7 por ciento), Entamoeba histolytica/dispar 38 (10.4 por ciento), los nematodos (gusanos o lombrices) Ascaris lumbricoides 125 (34.4 por ciento), Trichuris trichuris 126 (34.7 por ciento), Strongyloides stercolaris 23 (6.3 por ciento), Ancylostoma duodenale 3 (0.8 por ciento), los cestodos o tenias Hymenolepis nana 22 (6.1 por ciento).
Y precisamente el
Strongyloides stercolaris es uno de los parásitos cuya prevalencia es subestimada porque las muestras de heces son un
método poco sensible para este agente y este grupo de investigadores está buscando evaluar una
mejor técnica de laboratorio para el diagnóstico en el campo e iniciar un tratamiento temprano para evitar que la enfermedad pase a una fase crónica, que tiene consecuencias graves en la nutrición infantil.
Para Guevara, “lo importante es
mejorar las condiciones de sanitad y un tratamiento con medicamentos por lo menos una vez al año, si no es posible cada 6 meses”, pues con estos parásitos las personas, además de problemas intestinales pueden desarrollar
anemia.
En ese sentido “es inútil”, por ejemplo, un programa estatal de nutrición infantil si por
detrás hay enfermedades adicionales, ha considerado el investigador, para quien es prioritario eliminar este problema de base para luego fortalecer los hábitos nutricionales en esta población vulnerable.
Pero ha dejado claro que algunas de estas parasitosis también pueden ser transmitidas por la mal calidad del agua,
contaminación en los alimentos o
contacto con animales infectados y de allí la importancia del trabajo coordinado con instituciones cantonales y municipales que son las encargadas de la dotación de servicios básicos como agua potable y alcantarillado.
Con esta investigación, que ha iniciado a principios de año y seguirá hasta finales del 2023, se conocerá si la
técnica de laboratorio es efectiva para identificar el parasito Strongyloides stercolaris. Mientras, a quienes se les ha identificado los parásitos se les suministra tratamiento.
El dato
Participan en la investigación además
Dora Buonfrate y
Francesca Tamarozzi del IRCCS, con la colaboración de
Mariela Anselmi,
Rosanna Prandi, Francisco Robinson y
Mónica Marques del Cecomet.
Sandra Vivero, Marcia Racines y Yosselin Vicuña del Inbiomed-UCE y promotoras de salud del área de estudio.
Parte del equipo de invetigación.
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Nueva técnica de laboratorio para el diagnóstico.
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