FUNDAMENTO CIENTÍFICO
Académicos presentan en la Asamblea riesgos del uso del dióxido de cloro y el fraude de un supuesto estudio
Reiteraron su apoyo a las autoridades para mejorar el manejo de la pandemia
La evidencia científica fue expuesta en la Comisión de Fiscalización.
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Redacción. Quito
Académicos de varias ramas e instituciones superiores han presentado en la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional, los principales argumentos científicos por los cuales aseguraron que
es un riesgo para la salud promover el consumo del
dióxido de cloro (CDS).
Los expertos, además, coincidieron en calificar de
fraude a un supuesto estudio clínico realizado con ciudadanos ecuatorianos en medio de la pandemia de CoVID19, usando ese compuesto químico.
Enrique Terán, investigador de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) y especialista en farmacología, ha sido enfático en señalar que “la experiencia de uno en el uso de un producto, bajo ningún concepto lo convierte en ciencia y mucho menos en extrapolación”, haciendo referencia a los testimonios de personas que defienden los supuestos beneficios del CDS.
Por otro lado, ha enfatizado que
no solo el dióxido tiene objeciones, sino también otros compuestos que se promocionan ilegal y engañosamente como preventivos, pero equivocadamente calificados como medicina ancestral o alternativa, cuando no lo son.
“Desde el aspecto médico y biomédico, a nosotros nos cuesta mucho esfuerzo, tiempo y sacrificio el lograr poner a disposición de la
población alternativas terapéuticas que sean efectiva y seguras. Si se tratara de utilizar cualquier tipo de producto, a expensas de que ojalá nos hagan bien, las carreras de Medicina estarían sobrando”, ha comentado el académico.
Ana María Gómez, docente de la Universidad Católica (PUCE) y especialista en enfermedades infecciosas ha dejado claro que el dióxido de cloro
es un desinfectante y tóxico para los seres humanos en determinadas concentraciones.
Gómez ha explicado al asambleísta que el compuesto tampoco tiene efecto terapéutico porque al ser ingerido se transforma en clorito y clorato. Además, el oxígeno no difunde la barrera intestinal y por lo tanto “es una sustancia química que
no se comporta como un fármaco y por lo tanto no se lo puede considerar como tal.”
Pablo Araujo, químico de la Universidad Central (UCE), experto en biotecnología alimentaria también ha ratificado que el CDS
tiene una acción oxidante y es muy útil en los sistemas de
tratamiento de agua potable. Además, ha dejado claro que la sustancia tampoco puede ser considerada dentro de la medicina ancestral porque es una molécula creada por el ser humano.
“Desde el punto de la Química el
dióxido de cloro no sirve porque no es selectiva exclusivamente para el virus del SARS-COV2, es decir, esta molécula va a oxidar lo que se encuentre, no solo el virus”, incluidos los glóbulos rojos. Así pues, la hemoglobina de la sangre se transforma en metahemoglobina y ello deriva en otros graves problemas de salud.
Las especialistas en Farmacología,
Mónica Tarapués y en Tecnologías Sanitarias,
Ruth Jimbo, explicaron los procesos mediante los cuales un posible fármaco debe cumplir para incluirse en un
ensayo clínico con los respectivos
protocolos de bioética y que ninguno de ellos fue respetado por un supuesto ensayo clínico realizado en el país por los defensores de del dióxido de cloro. Razón por la cual lo calificaron de fraudulento y aseguraron que se puso en riesgo la salud de la población.