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Ecuador | Colombia
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PERSPECTIVA TEÓRICO-POLÍTICA
Breilh: La Epidemiología Crítica es la herramienta de transformación de la Salud
En noviembre el investigador participó en el XII Congreso Brasileño de Epidemiología
Viernes, 17 de enero de 2025, a las 14:18
Jaime Breilh, director del Centro de Investigacin y Laboratorios en Salud Colectiva (CILABSalud) de la Universidad Andina del Ecuador

Recientemente se publicó el libro de Jaime Breilh al portugués.


Cristina Coello. Quito
Sin dejar de mostrar una gran sonrisa, el médico ecuatoriano Jaime Breilh ha sentenciado que no es profeta en su propia tierra. Esto tras su última participación en el XII Congreso Brasileño de Epidemiología de la Asociación Brasileña de Salud Pública (ABRASCO), donde fue sorprendido con la publicación en portugués de su libro “Epidemiología Crítica y salud de los pueblos: ciencia ética y valiente en una civilización malsana”, cuya versión en español e inglés es conocida en el ámbito socio - sanitario.  
 
Breilh, actualmente director del Centro de Investigación y Laboratorios en Salud Colectiva (CILABSalud) de la Universidad Andina del Ecuador (UASE) es considerado uno de los más destacados teóricos de la Epidemiología Crítica de América Latina.
 
En un encuentro con EDICIÓN MÉDICA, el investigador ha defendido firmemente su marco conceptual sobre las relaciones de poder en una sociedad donde él ve la imposición de un sistema de explotación social y de la naturaleza, que reproduce sociedades no sustentables, inequitativas y malsanas.
 

La obra de Breilh se tradujo al portugués.

¿Qué es la salud colectiva?
 
Al ser consultado sobre su visión, ha explicado que el concepto de ‘Salud Colectiva’ “es un movimiento que se despertó en América Latina como consecuencia de más de tres décadas de lucha, que comenzaron en los años 70. Grupos de diferentes países nos pusimos de acuerdo en la inconformidad que teníamos los investigadores sobre el clásico manejo de la salud, que se reducía solamente al consultorio, al hospital, a lo curativo, o que se basaba en la salud pública convencional”.
 
Es decir que, según él hay temas en la salud de las sociedades que no estaban siendo estudiados y, con el nombre de salud pública, no estaban cubiertos hasta que se acuñó el nombre salud colectiva.

Y ¿cuál es la diferencia con salud individual? Para él es lo que se hace en consulta, “en los hospitales, lo que hace la institucionalidad en términos preventivos y de promoción de la salud, todos los programas de salud pública. Por otro lado, la salud colectiva es un campo mucho más amplio, tiene que ver con aquello que es necesario hacer en espacios que no son convencionalmente reconocidos como de salud”. Por ejemplo, el espacio donde se hace agricultura, ha agregado.
 
En ese sentido, Breilh ha mencionado que el Ecuador al ser un país agrícola tiene cientos de miles de trabajadores y familias vinculadas a esos espacios y “cuando en esos territorios se producen alimentos con tóxicos, es un tema de salud”. Para él esto está generando miles de situaciones en las cuales se altera la salud de las personas y de las comunidades y ese aspecto “no estaba cubierto convencionalmente” por la investigación y de allí surgen problemáticas que van más allá de lo que hace la salud pública
 
Ha aclarado que la salud de los individuos debe ser atendida, pero al mismo tiempo, ha defendido “una propuesta mucho más completa e integral de lo que hay que hacer para producir consecuencias más profundas en el campo de la salud. Por ejemplo, si en la agricultura no emplean agroquímicos, no se realizaran fumigaciones aérea en las zonas agrícolas, y no se masificara el uso de agroquímicos, eso sería un acto importantísimo de salud”, ha mencionado.
 
Y el concepto de One Health
 
Considerando es posición, dónde queda el tan mencionado concepto de One Health (Una sola salud) que también habla de la importancia de un tratamiento adecuado de los alimentos y de los animales, es decir, de crear un entorno donde la salud animal, la salud vegetal y la salud de las personas estén interrelacionadas.
 
“Desde nuestra perspectiva, hay similitudes, como la importancia de los ecosistemas y la salud de los animales desde el punto de vista humano. Hasta ahí estoy de acuerdo. Pero el problema surge en cómo esto se plantea en el esquema propuesto por Naciones Unidas. Ahí es donde vienen las diferencias de conceptos, metodología de investigación y praxis”, ha declarado.
 
Para el investigador hay “aspectos valiosos” en la dinámica del One Health pero respecto a la Salud Colectiva existe una conceptualización, metodología de trabajo y consecuencias políticas y prácticas distintas.
 
Consultado ¿Cuáles serían las aplicaciones prácticas de la salud colectiva? ¿Por qué es mejor aplicar ese concepto y su metodología en lugar de la de One Health? Ha respondido que “No solo necesitamos describir los problemas como factores de riesgo, por ejemplo. Eso es lo que yo llamo el pico del iceberg. Eso es lo que trabaja la epidemiología convencional. Necesitamos explicar esos procesos que se dan en los seres humanos, en los animales y en los ecosistemas en una matriz histórico-social. Porque si no conocemos esa matriz, solo nos moveremos a hacer ajustes en el pico del iceberg y no iremos a la profundidad de una transformación real, que tenga un impacto significativo”.
 
Formación médica
 
A decir del científico, la investigación en salud debe trabajar no solo en “describir sofisticadamente el pico iceberg de los fenómenos y decir que hay que corregir tal o cual aspecto. Sino que debemos ver las crisis históricas y, a partir de eso, hacer política” pública en salud.
 
Y considerando eso, el docente se ha enfocado en la formación de los profesionales de la salud, a quienes según él hay que brindarles conocimiento sobre los aspectos estructurales que generan los problemas en salud, capacitarlos adecuadamente.
 
Según ha explicado, “si no conocemos la matriz que generan los problemas epidemiológicos, si no entendemos eso, no realizamos una vigilancia integral - no solo sobre el pico del iceberg-. Si funcionamos en un mundo de descripciones, a lo sumo se hará algún paliativo con programas, pero no resolveremos el problema a fondo” y eso es lo que hace la epidemiología crítica: vincular los fenómenos con la matriz que los produce.
 
Aplicar la salud colectiva
 
Siendo prácticos y en nuestra realidad, ¿cómo vamos a aplicar esta salud colectiva? “Esta es la discusión permanente que tenemos”, ha mencionado, pero también ha dejado claro que “lo que estamos haciendo en salud, muchas veces, son parches más baratos y rápidos, pero no solucionamos el problema de fondo”.
 
Para Breilh, por ejemplo, si no se resuelve el cambio en la agricultura, no se podrá abordar muchos de los problemas de salud en el medio rural. De igual forma, si no se ejecutan cambios en el diseño del trabajo urbano, no se resolverán problemas como la salud mental.
 
Ha añadido que “lo que parece ser barato y más práctico, en realidad, no lo es. No es ni más práctico ni produce resultados efectivos. No se trata simplemente de ver cuánto gasto”. Para el investigador, implementar un programa de salud pública implica una combinación de eficacia y eficiencia. “Esto solo se logra con ciencia dura, verdadera y profunda, independiente de intereses económicos. Este es el gran problema: la ciencia está muy condicionada por intereses económicos. No es un problema exclusivo de Ecuador; es una cuestión global”, ha aclarado.
 
En ese aspecto ha puesto de ejemplo el tema de las fumigaciones para enfrentar el dengue o la Chikunguña que, a decir del investigador, está relacionada con los intereses de quienes comercializan insecticidas. Para él, “no se entiende que esos problemas están ligados a los balances entomológicos y a las dinámicas de los insectos. Si no se corrigen esas cuestiones, seguiremos bombardeando con insecticidas. Cuando se intenta detener esta práctica, quienes se ven afectados son los que viven de vender millones de litros de insecticidas”, ha opinado.
 
Y a partir de este ejemplo, ha declarado que estos casos “demuestran la necesidad de independizar las políticas de salud de los intereses económicos. Muchas veces, lo que se presenta como práctico es en realidad cuestionable desde el punto de vista ético. Hoy, debemos preguntarnos: ¿qué es realmente práctico y ético?”, ha insistido.
 
Por ello ha estimado que se necesita “enfrentar estas realidades y construir puentes, limar asperezas, discutir nuestras diferencias y encontrar acuerdos”. No obstante, ha dejado claro que tal como él ha visto el movimiento ‘One Health’ en varios países de América Latina quienes lo promueven es la agroindustria. Pero también ha reconocido que cuando existe un enfoque “auténtico y profundo en la salud, yo lo apoyaré”, ha dicho.
 
En conclusión, Breilh ha abogado por los modelos productivos con prácticas más responsables que respeten tanto al medio ambiente como a los seres humanos.




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