Edición Médica

Fernando Aguirre, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Cardiología.

Jonathan Veletanga. Quito
La Sociedad Ecuatoriana de Cardiología (SEC) ha iniciado un programa de intervención no farmacológica en dos colegios, uno de Guayaquil y otro de Machala, para disminuir la mortalidad cardiovascular y el síndrome metabólico precoz desde la infancia, ha indicado a REDACCIÓN MÉDICA Fernando Aguirre, presidente de la Sociedad.

Este programa, que ya empezó en Guayaquil y está próximo a iniciarse en Machala, tiene el propósito de prevenir en los niños de 10 a 14 años enfermedades como la diabetes, hipertensión, obesidad y sobre todo el síndrome metabólico, ha señalado.

Aguirre explicó que esta propuesta nació porque en Guayaquil, desde el 2012 al 2015, la SEC ha realizado un estudio en aproximadamente 1.700 infantes de 12 a 14 años en cuatro colegios diferentes, escogidos aleatoriamente, donde se encontró que del 1,8 al 3 por ciento presentaban obesidad, del 15 al 18 por ciento sobrepeso, más del 9 por ciento hipertensión y confirmamos un 12,6 por ciento con síndrome metabólico precoz, factores que los predispone a padecer diabetes en la vida adulta. “Lo más preocupante es que confirmamos un índice alto de niños que padecía síndrome metabólico precoz con inflamación vascular”, ha dicho.

En base a estos resultados y porque en la investigación de la SEC se determinó que realizar 40 minutos de actividad física reduce cerca del 50 por ciento a que los niños padezcan síndrome metabólico, “nuestra propuesta de intervención, que se ejecutará durante todo el año lectivo, busca instaurar en la vida de los niños 150 minutos de ejercicio semanales además de una mejor nutrición”, ha expresado el titular de la Sociedad.

Para lograr este objetivo, comentó que psicólogos, nutricionistas, entre otros profesionales de la salud, capacitarán a los profesores y familias en nutrición y sobre todo fomentaran a que los niños realicen 150 minutos de actividad física a la semana.

El plan de acción de este programa es medir antes y después el síndrome metabólico de los niños entre 10 y 12, y en base a un seguimiento que ayude a prevenir la obesidad, sobrepeso, hipertensión y sobre todo el síndrome metabólico, ha asegurado Aguirre.

“Esperemos que más ciudades se sumen a esta iniciativa para institucionalizar esta propuesta, que cuenta con el aval académico de un Comité de Ética y con el apoyo de entidades extranjeras. Queremos impulsar ciudades con salud cardiovascular”, aseguró. 

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