Edición Médica

Personal sanitario es agredido por diferentes factores.

Redacción. Quito
En una publicación realizada por la Revista Panamericana de Salud Pública, se denunció que casi 20.000 profesionales de la salud de países latinoamericanos de habla hispana, principalmente de Ecuador, México y Argentina enfrentaban con frecuencia situaciones de violencia verbal o física durante sus funciones.

Como resultado de una encuesta realizada en forma electrónica, anónima y confidencial, se demostró que el 11,3 por ciento de los profesionales agredidos recibieron un ataque físico, lo que obligó a muchos de ellos a suspender sus tareas en casi el 30 por ciento de los casos.

Casi las tres cuartas partes de estas agresiones ocurrieron en instituciones públicas, principalmente, en el sector de emergencia, mostrando como desencadenantes más frecuentes la demora en la atención en un 44,2 por ciento, la carencia de recursos para la atención 33,6 por ciento, las circunstancias de brindar un informe médico 28,2 por ciento y la comunicación de fallecimientos 8,6 por ciento.

Estos datos revelados sobre las agresiones al personal de salud han sido un problema frecuente que han generado secuelas emocionales y laborales, ya que han causado una percepción de inseguridad en el lugar de trabajo en los profesionales sanitarios.

La investigación de la revista de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), ha tenido una trascendencia importante, no solo para el personal involucrado, sino que también ha repercutido en el ambiente laboral y el clima general de los servicios de salud hacia sus pacientes.

Otros indicadores

Por su parte, la Facultad de Enfermería de la Universidad de Concepción de Chile, en una investigación realizada, ha revelado que más de la mitad de su personal de urgencia ha sufrido las consecuencias de actos de violencia en el último año.

Estos antecedentes han sido seguidos desde hace tiempo, como se ha podido  observar en la publicación Ciencia y Enfermería: ‘Violencia percibida por trabajadores de atención primaria de salud’, en diciembre de 2004.

Esta investigación ha considerado como un hallazgo importante las percepciones de violencia realizadas por el personal sanitario, ya que se espera que las instituciones que otorgan salud sean espacios seguros, con buenas relaciones interpersonales, y se entregue calidad de atención sanitaria cumpliendo las expectativas de los pacientes y público en general.

Sin embargo, hay una contraparte en la que los pacientes, se han quejado del trato frío y de la falta de satisfacción de las necesidades básicas por parte del equipo de salud, ya que han considerado la omisión de acciones que deberían realizase como una violencia hacia ellos.

La presión sobre los profesionales y personal de los servicios de salud, la alta demanda, el empoderamiento de las personas en cuanto a sus derechos, han sido factores que desencadenan en un escenario propicio para los diferentes enfrentamientos que deberán resolverse con diagnósticos adecuados y medidas administradas ejecutadas correctamente por quienes corresponda.

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