Edición Médica

Ernesto Carrasco, presidente del CMG.

Jonathan Veletanga. Quito
En rueda de prensa, el Colegio de Médicos del Guayas (CMG) ha denunciado públicamente que el proyecto de Código Orgánico Integral de Salud, presentado por la asambleísta Blanca Ugarte y aprobado por el Consejo de Administración Legislativa (CAL) para que la Comisión Permanente del Derecho a la Salud lo analice, es un plagio del proyecto de Código Orgánico de Salud (COS) que fue aprobado en primer debate.
 
“Como el Código Orgánico Integral de Salud, presentado por Ugarte, pintaba ser tan bueno, nos tomamos la molestia de leerlo completamente, y resulta que es un plagio, una copia del proyecto de Código Orgánico de Salud (COS) que fue aprobado en primer debate y que era pésimo. Más de 280 artículos son igualitos, con punto y coma, a los del COS que fue presentado a la Asamblea Nacional”, ha sostenido Ernesto Carrasco, presidente del CMG, en conversación con REDACCIÓN MÉDICA.
 
Carrasco ha señalado que el “Código Ugarte” tiene cosas que perjudican a los profesionales sanitarios como por ejemplo que crea una Superintendencia de Salud, un “ente paralelo al Ministerio de Salud Pública (MSP) que puede cerrar clínicas, castigar médicos y suspender licencias profesionales. Estas decisiones son ejecutables y no son apelables en esa instancia”.
 
Además, ha mencionado que en varios artículos se insiste en las demandas penales, civiles y administrativas para los médicos y los trabajadores de salud; y que “se ve una fuerte influencia de la industria farmacéutica” porque por ejemplo se dedica un capítulo entero a los dispositivos médicos, y en varios artículos se “sataniza hasta cierto punto” el uso de medicamentos genéricos.
 
Carrasco ha manifestado que el “Código Ugarte” tiene pocos artículos nuevos respecto al COS aprobado en primer debate, y que solo ciertos capítulos son “buenos”, como por ejemplo el del cáncer, el cual es “muy extenso y no cabe incluirlo en una ley de salud que es general para la población.
 
“Conocemos la muy buena intención de la asambleísta. Sin embargo, está mal asesorada por personas que siempre se han opuesto al diálogo y que ya las tenemos perfectamente identificadas. Se han valido del nombre de la asambleísta para engañar a la sociedad, incluyendo artículos de terror, que amenazan al profesional, benefician a la industria, etcétera”, ha subrayado el galeno.
 
“Si el código de la asambleísta pasa al análisis como lo quieren hacer, vamos a salir a las calles a reclamar. Somos más de 100 organizaciones sociales, gremiales, sindicales, científicas, que hemos participado en la redacción del COS y no nos vamos a ver burlados por un acuerdo o pacto político que pudiera haber. No se puede dañar el trabajo que hemos hecho por más de seis meses”, ha sentenciado el presidente del CMG, quien cree que el “Código Ugarte” debería ser archivado.

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