Comunidad científica rechaza pedido de la iglesia de autorizar el uso del dióxido de cloro
También aludieron a los actos de corrupción denunciados en época de pandemia
Este compuesto químico está prohibido en el Ecuador.
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Redacción. Quito
La Red Ecuatoriana de Mujeres Científicas (REMCI), la Academia de Ciencias Ecuador (ACE) y sin fin de investigadores y docentes ecuatorianos han
inundado las redes sociales con fuertes mensajes en contra de un pedido de la iglesia a permitir el uso del dióxido de cloro para tratar la CoVID19 en el país.
Obispos de 10 ciudades enviaron una carta abierta al presidente Lenín Moreno en la que le solicitan la
renuncia al ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, por los actos de corrupción denunciados en varias instituciones sanitarias y que
autorice el uso del dióxido de cloro (MMS o CDS) para tratar el CoVID19.
Los obispos de Puyo, Loja, Ambato, Sucumbíos, Latacunga, Méndez, Aguarico, Napo, Galápagos y Santo Domingo de los Tsáchilas afirman en la misiva que el dióxido de cloro es una
medicina alternativa que en ensayos preliminares ha demostrado que cura el CoVID19 y que "en varias ocasiones se han dirigido comunicaciones al ministerio (de Salud) sobre este tema y sus respuestas han sido negativas".
La REMCI también ha precisado en un comunicado oficial que la “práctica de los profesionales e investigadores en el ámbito de la salud, está regida por cuatro principios fundamentales de la bioética, entre ellos el de la no maleficencia, que implica
no causar daño a la salud humana. Principios que deben regir también la toma de decisiones en salud pública que deben estar
fundamentadas en evidencia científica”.
La ACE, por su parte, ha insistido en que hasta el momento
no existe vacuna ni tratamiento específicos contra el virus SARS-Cov2, que causa el CoVID19, y ha ratificado que sus miembros están a disposición de las autoridades para brindar orientación sobre el dióxido de cloro.
Varias universidades como la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) y la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Central del Ecuador (UCE), la Sociedad Ecuatoriana de Medicamentos y Seguridad del Paciente (SEMS), entre otras, ya han señalado que hay ninguna evidencia científica que apoye la
seguridad o eficacia del supuesto tratamiento con dióxido de cloro para el coronavirus.
Otros pronunciamientos
En redes sociales muchos docentes e investigadores se han pronunciado y
rechazado el pedido de la iglesia, pero también han solicitado un espacio en la Asamblea Nacional, luego de que los asambleístas acogieron a los defensores de ese compuesto químico en una sesión de la Comisión de Fiscalización.
En su cuenta de Twitter, La Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Central del Ecuador ha aclarado que el dióxido de cloro “no es una cura milagrosa para el CoVID19 y hace un llamado a
orientar a la población en el uso de medicamentos seguros y eficaces”
La pediatra-reumatóloga y docente
Beatriz León ha posteado: “Qué vergüenza nuestro país, hasta los curas metiéndose a recetar cualquier bobera de moda... ¿cómo no dudar de que los negociados se perpetuarán sin ton ni son más que por la corrupción?”.
La especialista en Medicina Molecular,
Dámaris Intriago, ha escrito: “De manera frontal, muestro mi rechazo total al 'argumento' de que "hay que mantener la mente abierta de que el dióxido de cloro podría funcionar y dejar que lo prueben en pacientes con CoVID19".
La Bióloga,
María Claudia Segovia ha opinado que: “A lo largo de la historia, la Iglesia siempre se ha opuesto al avance de la ciencia. Y a pesar de todo, la ciencia avanza y la iglesia no. La pseudociencia mata”.
El especialista en Biología Molecular,
Santiago Guerrero ha twiteado que: “En cuanto al Dióxido de Cloro, los obispos afirman que es una medicina alternativa”, empezó la época del neo-oscurantismo en Ecuador. Qué triste ver cómo se ha retrocedido tanto en tan poco tiempo. Ahora vivimos también la pandemia de la pseudociencia”.
La docente de Farmacología de la UCE,
Maria Belen Mena, ha escrito que
: “Los defensores del dióxido de cloro se enojan a morir cuando se cuestionan los datos que sostienen sus afirmaciones. Cabe señalar que su origen es una secta, con un líder y una iglesia postapocalíptica (nivel Netflix). La razón no puede con el dogma”.
El neuropsicofarmacólogo
Fernando Cornejo ha señalado en su red social: “Lo digo frontalmente estos obispos serán los responsables de muchas muertes por una sustancia prohibida y dañina. Ellos no tienen conocimientos sobre salud y farmacología, que el primado del Ecuador ponga en orden a estos malos pastores. Hay miles de causas para pedir la renuncia y enjuiciamiento político a Zevallos, pero la prohibición del dióxido de cloro por parte del ARCSA (Agencia de Regulación y Control Sanitario) no es una de ellas, ¡capaz es uno de los pocos aciertos de su gestión!
Mientras tanto, la Epidemiologa,
Andrea Gómez Ayora ha hecho un llamado en su cuenta de Twitter para que los profesionales de la salud que encuentren casos de intoxicación por MMS o CDS, hagan “reportes de casos y ojalá publicarlos”.