Edición Médica

Entregaron la prouesta al Presidente de la República.

Jonathan Veletanga. Quito
Más de 30 gremios de profesionales de la salud, organizaciones sindicales, comunitarias, de la sociedad civil, sociedades científicas y académicas han presentado en conjunto al Gobierno Nacional una propuesta para reorientar el programa de control de la pandemia de COVID-19 en el país. Esperan una respuesta oficial en los próximos días.
 
Alberto Narváez, docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Central, experto en políticas de control de enfermedades, ha explicado a EDICIÓN MÉDICA que la vacunación es una estrategia que por sí sola no permite frenar a mediano y largo plazo la actual ola de contagios de COVID-19, puesto que ya circulan variantes altamente transmisibles, como las identificadas en Brasil, Reino Unido y Sudáfrica, en las que la eficacia de las vacunas es menor.
 
“A pesar de que los datos oficiales no son muy buenos, ya se puede ver un incremento ligero de casos en esta semana y lo más probable de fallecimientos también”, ha dicho.
 
Narváez ha indicado que Chile es un ejemplo de que la vacunación no es suficiente para controlar la epidemia. En ese país siguen aumentando los casos a pesar de que ya tiene una cobertura de vacunación contra COVID-19 de más del 50 por ciento (con dos dosis).
 
“Lo mismo puede pasar en Ecuador… Entonces, nosotros decimos que aunque se vacunen a los 9 millones de ecuatorianos, si no se hace testeo masivo no se va a parar la circulación de las variantes en el país”, ha expresado.
 
El galeno ha señalado que existe evidencia científica que demuestra que es posible controlar la pandemia sin vacunas (pero sí con mucha disciplina social y testeo), países como Corea del Sur, China, Hong Kong y Vietnam son ejemplo de ello. Por otro lado, países como Israel, Gran Bretaña y Estados Unidos han logrado bajar la incidencia de casos y defunciones vacunando al 30 por ciento de la población y realizando testeo masivo, con índices de positividad menores al 5 por ciento.
 
Tomando en consideración estas evidencias y experiencias de éxito, las organizaciones ecuatorianas han formulado la ‘Estrategia Comunitaria COVID-Cero: minga por el trabajo y la vida’, que se ha iniciado a modo de plan piloto en barrios de parroquias prioritarias de Quito como proyectos demostrativos para avanzar a su consolidación como una política pública.
 
“La vacunación está bien, pero no es suficiente para bajar las transmisión en 100 días”, ha enfatizado Narváez.
 
La estrategia COVID-Cero
 
Narváez ha explicado que la Estrategia Comunitaria COVID-Cero reúne una serie de medidas, que en su conjunto se denominan ‘VISPRAC’. Ejecutándolas de manera simultánea, se estima, una reducción de la mortalidad y los casos graves en 80 por ciento, y la morbilidad en 50 por ciento, durante los próximos 100 días.
 
Las medidas son: Vacunar al 75 por  de mayores de 50 años, a todas las personas de 12 a 49 años con factores de riesgo y a trabajadores de sectores estratégicos; Identificación de casos a través de la búsqueda activa en barrio por barrio; Seguimiento de los enfermemos para controlar el asilamiento y detectar los signos de alarma de la neumonía silenciosa; Pruebas masivas gratuitas, hay que hacer más de 50.000 test diarios a nivel nacional; Rastreo de contactos para identificar a los grandes transmisores y aislarlos; Aislamiento con apoyo social para las personas de escasos recursos; Control de brotes y epidemias en aquellas parroquias con muchos casos y fallecimientos.  
 
“Esto permitiría regresar a la normalidad social y laboral sin la necesidad de aplicar cuarentenas y restricciones de movilidad que están generando grandes pérdidas económicas”, ha enfatizado.
 
A Narváez le preocupe que el Gobierno todavía no proporcione información sobre las medidas que acompañarán a la vacunación. “¿Qué van hacer si está circulando la variante sudafricana? ¿Qué van hacer con las personas que han recibido la vacuna de AstraZeneca, principalmente? Habría que pensar en darles la segunda dosis o una tercera inclusive de Pfizer porque ya se sabe que la combinación de AstraZeneca y Pfizer funcionan muy bien y la inmunidad aumenta enormemente, y esto reduce la transmisión de las variantes”.  
 
Adicional a esto, el Gobierno también debe formar una comisión de expertos que se encargue de dar las recomendaciones basadas en evidencia para el manejo y control de la pandemia.
 
“Esto es lo que estamos planteando. Nosotros podemos ayudar. Tenemos ya un año de trabajo y podemos contribuir. Si se dejan apoyar, podemos controlar (la pandemia) en Quito y hacer ver a todo el país que las estrategia COVID-Cero funciona”, ha concluido Narváez.

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