DAÑOS COLATERALES
Dermatitis atópica, una enfermedad que no se debe descuidar en la pandemia
Esta patología tiene un impacto importante en la vida de los pacientes
Pablo Noel, dermatólogo.
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Jonathan Veletanga. Quito
Los pacientes con dermatitis atópica
no deben pasar desapercibidos en esta emergencia sanitaria por CoVID19. Los médicos del primer nivel también tienen que ponerles mucha atención para derivarlos oportunamente al especialista, de ser necesario, ha sostenido
Pablo Noel, del servicio de Dermatología del Complejo Hospitalario Arnulfo Arias Madrid de la Ciudad de Panamá.
La dermatitis atópica es una enfermedad crónica, sistémica e inflamatoria de la piel que se puede manifestar desde la niñez hasta en la etapa adulta. Es muy frecuente en la sociedad y se caracteriza por erupciones y picazón frecuentes o permanentes, lo que afecta de manera importante la calidad de vida de las personas.
En sus formas más severas producen brotes y erupciones cutáneas impredecibles que pueden cubrir gran parte del cuerpo. Son acompañandos de picazón intensa y persistente, resequedad importante, grietas, enrojecimiento, costras y exudación. Por ello, es necesario el uso de medidas rigurosas de cuidado de la piel, medicamentos tópicos o sistémicos de eficacia y seguridad variables, bajo estricta supervisión médica.
En el marco del webinar para periodistas latinoamericanos, 'Dermatitis Atópica debajo de la piel' organizado por la compañía Sanofi Genzyme, Noel ha explicado que esta enfermedad
tiene un impacto muy importante en la vida de los pacientes, incluso las personas puede generar cuadros importantes de depresión y ansiedad, ya que muchas veces se ven obligados a restringir su vida social, laboral o escolar.
Las circunstancias actuales de la pandemia pueden
causarles efectos no deseados o daños colaterales. Por ejemplo, el uso frecuente de algunos jabones, desinfectantes o geles alcoholados pueden activar el círculo del rascado como respuesta a la picazón, lo que empeora los signos y síntomas en la piel provocando más inflamación. Incluso, “hemos visto un aumento de casos de dermatitis de manos. También que están pasando de una dermatitis atópica leve a una dermatitis atópica grave”, ha manifestado el dermatólogo.
Por estos motivos, el especialista ha recomendado a los galenos que incentiven en sus pacientes el
uso de jabones neutros o sin detergentes para que no desarrollen irritación en la piel; y que después de cada lavado de manos, utilicen una adecuada crema de hidratación.
“En caso de que noten que sus pacientes estén pasando de una fase grave de la enfermedad, es necesario
derivarlo inmediatamente a un especialista (dermatólogo) para que determine el mejor tratamiento”, ha sostenido el galeno.
Para Noel,
mientras más tarde se realice el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad, más complicado será el control y el pronóstico de los pacientes, puesto que adicional pueden desarrollar patologías alérgicas, como asma, rinitis y alergias alimenticias, que son manifestaciones de la misma alteración del sistema de defensa del organismo.