Edición Médica

Diego Vallejo, director nacional de Gestión de Riesgos del MSP.

Cristina Coello. Quito
En el transcurso de los próximos tres meses la Dirección Nacional de Gestión de Riesgos del Ministerio de Salud Pública (MSP) espera completar la capacitación de todo el personal sanitario en el manejo del protocolo de seguridad denominado ‘Código Plata’, según ha anunciado Diego Vallejo Arias, su titular.
 
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA ha detallado que en el poco tiempo de aplicación del código se ha activado en 23 ocasiones este protocolo de acción frente a actos de violencia en establecimientos de salud.
 
Y si bien, estos eventos violentos se están produciendo con más frecuencia en el país, el funcionario ha reconocido que “las fases de capacitación recién han empezado” y es muy probable que no todos los establecimientos de salud tengan un amplio conocimiento de cada uno de los 6 procedimientos que forman parte del protocolo.
 
También ha aclarado que el ‘Código Plata’ no solo se aplica en hospitales o centros de salud, sino también en la protección de ambulancias y equipos de salud que salen a territorio en las denominadas labores extramurales (equipo de vacunación, campañas en barrios, etc).
 
De allí que Vallejo ha insistido en que el propósito del MSP es aplicar una estrategia completa para manejar los riesgos asociados a la violencia y que se evite afectar la provisión de servicios de salud: primero protegiendo la vida del personal sanitario y los usuarios; en segundo lugar, garantizando la continuidad de las operaciones a pesar de estar en una situación compleja de violencia; y, tercero asegurando la infraestructura sanitaria.
 
Los elementos del Código
 
En este contexto, según ha explicado el funcionario, se ha realizado una evaluación (a nivel del MSP) de cada uno de los que los establecimientos “para conocer las condiciones de afectación y exposición ante la amenaza de violencia”.
 
Luego se ha realizado un plan de intervención el cual identificó a los establecimientos de salud más complicados y expuestos a eventos violentos y se elaboró un esquema de respuesta interinstitucional junto al Ministerio del Interior, el ECU911 y el MSP.
 
Según Vallejo, el código plata puede ser activado en todos los establecimientos de salud, públicos y privados y por tanto ha aclarado que en el último incidente en el Omnihospital se lo aplicó hasta la llegada del paciente a la unidad (unos cuatro días antes), pero dentro de cada establecimiento privado se manejan “sus riesgos de la forma en que mejor considere para sus operaciones” y que cualquier situación se coordina con la Policía Nacional.
 
Pero también ha aclarado que son las máximas autoridades (gerentes) de cada establecimiento los encargados de identificar el nivel de riesgo de sus instalaciones, así como de establecer sus capacidades, ya que la Policía Nacional está a su disposición para resguardar sus unidades y personal.
 
Por ello ha destacado que desde el inicio de la aplicación del protocolo hace un mes aproximadamente, se han registrado 23 activaciones del código plata, una ellas hace poco más de una semana en el Hospital Monte Sinaí, de Guayaquil.
 
Resguardo policial y la orden judicial
 
Por otro lado, Vallejo ha recalcado que el ‘Código Plata’ “no protege a la persona que está ingresando al hospital (paciente herido de bala, por ejemplo) y que puede tornarse en una amenaza o blanco (de violencia)”, sino que protege al personal sanitario, a los usuarios de las instalaciones de salud y a la infraestructura hospitalaria.
 
“Entonces no es necesario que exista una solicitud a la instancia judicial para que exista protección, porque no estamos protegiendo a la persona judicializada sino a un establecimiento estratégico”, ha insistido
 
Bajo esa consideración, el director de riesgos ha detallado que se han evaluado los más de 2.300 establecimientos del MSP e informó que las unidades con mayor puntuación en términos de riesgo se ubican en las provincias de Guayas, Manabí, Esmeraldas, Santa Elena, Santo Domingo y El Oro.
 
Por tanto, son esas provincias las que “tienen este momento la prioridad de atención en el control y manejo de la reducción de la vulnerabilidad propia del establecimiento y es donde se van a realizar inversiones para que la infraestructura pueda ser más segura y también apoyar el control de la amenaza de violencia”, ha declarado.
 
Respecto a la capacitación en maniobras especiales por parte del personal de salud o uso de chalecos antibalas, Vallejo ha sido enfático en señalar que una instalación de salud no la aplica “en absoluto”, ni es parte del Código Plata y que esas acciones están a exclusivamente a cargo de la Policía y Fuerzas Armadas.
 
“Lo que se busca es que existan condiciones de seguridad, control de tráfico, activación automática de botones de pánico, señales de alarma, así como vías de evacuación expeditas con mecanismos de comunicación y control de incidentes”, ha manifestado el funcionario que espera capacitar en el protocolo a todo el personal en los próximos tres meses.
 
Y ha hecho un llamado importante “a cada uno de los responsables públicos o privados de establecimientos de salud” a capacitar a su personal en el manejo de riesgos y amenazas.
 
“Este momento es sumamente fuerte y nosotros debemos combatirlo desde la línea técnica, del entendimiento, del manejo del personal, el mejoramiento de la infraestructura”, etc., ha comentado Vallejo, para quien es justamente el Código Plata la respuesta de política pública al problema de violencia.

   

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