Edición Médica

Xavier Saeteros, Tania Chimbo, Fabricio González, Nelly Báez.

Cristina Coello. Quito
Un grupo de investigadores de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) ha dado a conocer, por primera vez, cómo se amplían los problemas sociales y de salud pública, derivados del embarazo adolescente en el Ecuador.
 
Los pediatras neonatólogos, Nelly Báez (Hospital Gineco Obstétrico Isidro Ayora); Tania Chimbo (Hospital Gineco Obstétrico de Nueva Aurora Luz Elena Arismendi) y Xavier Saeteros  (Hospital Municipal de la Mujer y el Niño de Cuenca), han determinado que existen retrasos neurológicos, anormalidades tiroideas  y mayor morbilidad neonatal en una importante muestra de niños cuyas madres son adolescentes.
 
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, Fabricio González, director del grupo de investigación, ha señalado que las investigaciones buscaron demostrar la “precaria salud en los niños” prematuros y su impacto en el neuro-desarrollo, especialmente cuando sus madres son adolescentes.
 
“Esto refleja que las políticas públicas son insuficientes para garantizar una salud adecuada de nuestros niños”, ha añadido.
 
Báez dio seguimiento a 204 niños prematuros, que pasaron en cuidados intensivos y ha concluido que el retraso en el desarrollo neurológico está presente en el 11,8 por ciento de los pacientes a los 3 años de edad (24 de 204).
 
Según ha detallado la investigadora, de todo el grupo 8 niños presentaron parálisis cerebral y los demás alteraciones neurológicas que les afectará en el futuro. Es decir que han presentado Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), a pesar que todos recibieron estimulación en centros especializados durante su primer año.
 
“No es la regla que los prematuros tengan este tipo de problemas a futuro, pero es más probable en hijos de madres adolescentes” ha insistido Báez.
 
La investigación de Báez también ha determinado que las madres mestizas de entre 25 y 39 años con dos o más comorbilidades (hipertensión, preeclamsia y síndrome HELLP) con niños nacidos entre 33 y 36 semanas de gestación y nacidos con asfixia severa muestran niños con mayor retraso en el desarrollo neurológico.
 
Por su parte, Chimbo ha detallado que los niños nacidos de madres adolescentes (con o sin membranas rotas) presentaron síndrome de la enfermedad no tiroidea en un 54,24 por ciento de los neonatos con sepsis temprana y en el 80,9 por ciento con sepsis tardía.
 
Según la neonatóloga, los niveles de TSH disminuyen en 11,86 por ciento de los recién nacidos con sepsis neonatal temprana y 10 por ciento en pacientes con sepsis neonatal tardía.
 
Finalmente el estudio de Saeteros, concluye que las madres adolescentes tienen un mayor porcentaje de morbilidad neonatal en partos con edad gestacional igual o mayor a 37 semanadas.
 
Según ha detallado, existe un mayor porcentaje de casos de insuficiencia respiratoria y sepsis en recién nacidos, especialmente cuando se realizaron menos de cinco controles prenatales.
 
“Las mujeres jóvenes embarazadas acuden con menos frecuencia a las citas prenatales, particularmente en las zonas rurales y sus recién nacidos tienen mayor porcentaje de insuficiencia respiratoria y sepsis”.
 
Para González esto muestra un ciclo preocupante en donde la adolescente embarazada tiene un niño prematuro con serios problemas de salud, que generan problemas neurológicos y retraso en el desarrollo y que “finalmente causan retraso escolar. Es decir es una población que no hemos protegido, serán niños que fracasan escolarmente y todo parte de un problema base: el embarazo adolescente”, ha concluido.

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