Edición Médica

Washington Cárdenas, laboratorio de Biomedicina de la Espol.

Jonathan Veletanga. Quito
Ecuador tiene un método de diagnóstico para determinar en menos de 24 horas la presencia de la bacteria vibro cholera, que causa el cólera en la población, ha indicado a REDACCIÓN MÉDICA Washington Cárdenas, jefe del Laboratorio de Biomedicina de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) de Guayaquil.

Esta herramienta genética se ha desarrollado en conjunto con el Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (INSPI).  

Sin embargo, pese a que no se han dado brotes epidemiológicos de cólera en Ecuador en los últimos años, se debe estar alerta por la presencia del fenómeno del Niño, el cual podría crear un ambiente ideal para que se desarrolle la bacteria, ha dicho.

Para fortalecer la prevención y control de esta enfermedad, actualmente, se está realizando un estudio epidemiológico en el laboratorio de Biomedicina de la Espol, en el cual se analiza el ADN del cólera para determinar si existen factores que causen la toxigenicidad en la bacteria.

De esta manera, se toman muestras en los estuarios de Machala en la provincia de El Oro (lugar donde se desarrolla la investigación), a las cuales se les realiza una amplificación genética para detectar la presencia de genes toxigénicos y las causas genéticas que podrían provocar mutación en la bacteria.

Cárdenas ha explicado que hasta el momento, no se ha encontrado bacterias infectadas por virus bacteriófagos, la forma común por la que se vuelve infecciosa la vibro cholera, “las muestras analizadas no han resultado contaminadas”.  

Par el biólogo, mediante esta investigación se pretende establecer una línea base para el monitoreo de la bacteria y encontrar los factores epidemiológicos que alteren la vibro cholera, para evitar el surgimiento del cólera con anticipación.

Actualmente, el país está mejor preparado que antes porque tiene las herramientas adecuadas de diagnóstico y una mejor salubridad, aunque “con estos virus se debe estar siempre prevenidos, ha concluido Cárdenas.

Según datos del Ministerio de Salud Pública (MSP)  los últimos casos de esta enfermedad se han registrado en 2004.

Cabe mencionar que esta es una investigación interinstitucional que se desarrolla en conjunto con la Universidad de Siracusa en New York y la Universidad de Florida. 

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